LA CULPA NO ES DE LOS PERRROS


(22/09/2017) - La protección de perros en el microcentro de Bernal, aumenta tanto en la cantidad de “cuchas” que se instalan en lugares públicos, como en expresiones de rechazo.  Esta situación tiene diversos aspectos inocultables.                                                        Están quienes instalan esas “viviendas perrunas”  en espacios públicos densamente transitados y amarradas con cadenas . Incluso debajo del techo del andén de la estación del ferrocarril.
Quienes  diariamente llevan agua y comida a los perros sin dueño, propiciando su permanencia y sin ser responsables por su tenencia.
 Las definiciones del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, advirtiendo sobre la peligrosidad de infecciones y enfermedades que se pueden contraer con tan solo pisar alguna defecación de los animales.
Y también están los ciudadanos que rechazan compartir el uso de la vía pública con perros que, además de dejar sus heces sobre las veredas más transitadas, no pocas veces atacan a los transeúntes, ladrándoles o mordiéndoles, tal como lo denuncia el vecino Carlos Salvati, con documentación probatoria, de personas mordidas desde mucho tiempo atrás. También la mordedura reciente  al joven Luis María Larrañaga, mientras corría para tomar el colectivo.
 Otro vecino de Bario Parque, Luis Hermida, se dirigió a este medio destacando, “...casos de la realidad de un ida y vuelta, una mañana;  perros durmiendo en la vereda que se despiertan sobresaltados al paso de un transeúnte y le hacen pegar un susto, otro que corre a un pibe con ganas de devorarlo o, al menos, de no dejarlo acercar y contagiando el julepe a las personas que pasan... hay que actuar con cosas concretas y ya. (atención señores de la municipalidad), porque los perros no pueden esperar... Nueve de Julio es la calle comercial por excelencia en Bernal y si esto sigue así va a ir para peor y un día se tendrán que tomar medidas drásticas y, por supuesto, los primeros perjudicados serán las mascotas...”.    
Una propuesta de acción q    ue nos envía el vecino Manuel Faerman (ver carta de lector)  y la inacción de la áreas de Zoonosis, Medio Ambiente , Servicios Púbicos y de la Delegación Municipal de Bernal.
A estos aspectos inocultables, corresponde agregar  las disconformidades en silencio de una mayoría  que no se atreve a hacerlas públicas por  temor  a las amenazas que con términos inaceptables  algunas “cuidadoras de perros callejeros” realizan a este medio, afirmando además, que esa forma de asistir a los perros en la vía pública  está avalada por  la Municipalidad.