CAMBIAR PERROS POR NIÑOS


(18/09/2017 - CARTA DE LECTOR) - No soy comerciante del centro de Bernal, pero lo fui a lo largo de casi 30 años. Es por ello que me atrevo a proponer un cambio, habida cuenta que hay un sector de los comerciantes que manifiestan un grado de sensibilidad interesante. Se trata de cambiar el destinatario de los recursos que están dispuestos a entregar. 

La idea es sencilla;  en lugar de alimentar a los perros vagabundos, por qué no estimular el intelecto de niños cuyos padres no disponen de medios económicos suficientes y becarlos, solventando gastos de escolaridad, o para el aprendizaje de idiomas, de instrumentos musicales, etc?

Los perros vagabundos deben ser erradicados de las calles por sobrados motivos de índole sanitaria, y de este menester se debe ocupar la Municipalidad.

 La falta de oportunidades para seres humanos, especialmente niños, merece otra consideración.
Se me ocurre que ayudar a que un niño acceda a otro horizonte, desde el punto de vista personal y social, no se puede comparar con la de sustituir una función de salubridad pública simple, inherente a las autoridades municipales.
Esto puede completarse con la implementación de concursos públicos de pintura, fotografía, o actividades literarias para estudiantes de escuelas públicas con premios consistentes en ordenes de compras para libros, materiales para pintura, etc

Manuel Faerman