Crónicas del Ciudadano; AHORA LE TOCA AL VECINO...



El ciudadano de Bernal, luego de haberse tomado un tiempo de descanso, ha retomado sus cotidianas caminatas por las calles de nuestra ciudad y, siempre con paso cansino y manos cruzadas en la espalda, observa todo a su alrededor.
En sus primeros pasos siente como que el tiempo no pasó, que en las calles todo está como era entonces. Lo primero que le ocurrió fue tropezar con un montículo de bolsas de residuos como los de antes, el “achique” que le dicen.
Fue entonces que se puso en busca de aquellos promocionados “contenedores”  que se  instalaron como la gran solución. Los pocos que encontró, emanaban tanto olor nauseabundo que no pudo acercarse a ver que contenían. Pero no se desanimó y siguió caminando y observando. Entonces notó que en los lugares donde hubo un contenedor, ahora hay montículos de residuos para todos los gustos, embolsados o no, pero amontonados como añorando aquellos recipientes comunitarios .
Esto aumentó su curiosidad y pudo ver a su vecino y otros de la otra cuadra, que  caminaban  muchos metros y a veces cuadras, para dejar sus residuos en esos lugares ya clásicos. Algunos frente a una escuela,  o en la vereda del Círculo Católico, o en la vereda de la placita , en la vereda de otro vecino o en cualquier esquina, pero no en su vereda.
Entonces se detuvo cerca de uno de esos “emblemáticos” basurales céntricos y ya desorientado totalmente, el ciudadano quedó convencido que en la mentalidad de
algunos vecinos no hay cabida para el cuidado de la vía pública, que como pública,  le corresponde cuidarla y en lugar de poner sus residuos en la puerta de su casa, los lleva al amontonamiento de la esquina, sin importarle que lo que hace es sembrar polución a sus semejantes. Y se fue pensando: como pueden quejarse del mal servicio de la recolección, si es el vecino el que produce los “basurales céntricos”.