SEAN ETERNOS LOS LAURELES QUE SUPIMOS CONSEGUIR…
Por el doctor Alejandro López Romano
Mareas
de ciudadanos, en un verdadero comportamiento republicano, salieron a la calle
para defender la República el pasado 8 de noviembre (8 N). En un verdadero
ejemplo cívico, sin banderas políticas, no clientelismo, ni panchos y coca, ni
coimas, el pueblo argentino una vez mas se hizo oír. Con una profunda emoción,
en el mayor de los respetos, masas populares corearon entre lagrimas y aplausos
el himno argentino. Vivaron por la Nación Argentina. En todas las plazas
centrales del territorio Nacional, y en otros centros importantes del país, la
gente en forma espontanea esperó este día para ser oída, sin miedos, ni temores;
desafiando con su presencia cualquier amenaza del poder. Quisieron hacer saber
que los gobiernos de turno no violarán la República. No hubo reclamos
económicos, solo republicanos. Entre aplausos y al compás de cacerolas y
silbatos, pidieron que quienes deban oír oigan el clamor del pueblo; el límite
es la República y el respeto a la Constitución, por ello vivaron que no se
reforme la Constitución Nacional Asi lo hicieron de Ushuaia a La Quiaca y de la cordillera hacia el mar. Al mismo
tiempo pidieron que los funcionarios no se enriquezcan a costa del pueblo; que
se termine con la corrupción del poder ;
pidieron trabajo digno, no subsidios que fomentan la vagancia y se
financian por quienes trabajan. Lo han hecho desde ancianos a niños, todas las
clases sociales se hicieron presentes. El respeto a la dignidad humana no puede
seguir siendo atropellado por la delincuencia; las cárceles deben asilar luego
de un justo proceso a quienes delinquen, y no
ser la calle ser su lugar de residencia, donde quien trabaja, estudia y
cumple con la ley, en cualquier esquina puede perder su vida. También alzaron
la voz los jubilados pidiendo que sea respetado su derecho por el que dieron su
vida de trabajo; -una digna jubilación-
que su plata no sea para financiar o complacer a amigos del poder de
turno. El pueblo se hartó que lo subestimen, que le mientan, que intenten
engañarlo. Se hizo presente una vez más. Sin dudas fue un día histórico, que
quienes tuvimos el orgullo de vivirlo, cantando el himno y aplaudiendo por la
Republica no olvidaremos. Hemos hecho lo que debíamos como ciudadanos
republicanos; manifestarnos libremente, en una verdadera democracia, sin
corrupción ni clientelismo de por medio, sin banderas políticas, con el único
fin común; el respeto a la República. La
vida en la Nación es dinámica y debe interpretarse, al igual que la historia.
Quienes deben hacerlo, nuestros actuales gobernantes, deben entender la
historia, y no olvidarla, pues se està repitiendo; el odio no nos puede
dominar, la división del pueblo alentada por actos de gobierno no dará frutos
ciudadanos como ha sucedido en los 70. Acompañemos la democracia y que este dìa
histórico y emotivo, como aquella fiesta magnífica de la que no quisimos
retirarnos , entre aplausos, lágrimas y alegría. Recordemos la historia y
cuando debamos votar, hagámoslo por la Repùblica, por todo aquel candidato que
la respete y no la atropelle. Que los laureles que consiguieron quienes
fundaron la Repùblica sean eternos. ALEJANDRO A. LÒPEZ ROMANO.
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