PARA MUESTRA BASTA UN MONTÍCULO
(18/07/2012) -La tantas veces comentada personalidad bondadosa del señor Intendente, que no duda en proteger a sus colaboradores mas allá de acusaciones y denuncias, sigue siendo motivo de abuso por parte de sus mismos protegidos.
La suciedad reinante que soportamos en las calles de Bernal así lo muestra. Basurales por doquier no se condicen con la constante prédica del bueno de Gutiérrez, quién los manda a limpiar y a juntar ramas y montículos de vieja data –algunos de varios meses- que siguen incorporados al paisaje urbano.
La vereda del largo paredón del Colegio Salesiano, en la calle Zapiola, es una intransitable exposición de ramas, bolsas de residuos y basuras diseminadas por inimputables indigentes que hacen gambetas a su miseria desde adentro de los contenedores, instalados justamente para que la ciudad esté mas limpia. Otra muestra de la inacción, puede verse en la puerta del Jardín de Infantes Nro. 4 de Avellaneda y Ayacucho, en la puerta de la Escuela Municipal de Jardinería (Don Bosco y Yapeyu), en la calle Arenales, entre Zapiola y Rodríguez Peña, en N.S. de la Guardia y Sargento Cabral, en Ayacucho y Ameghino o en cualquier otro impensado lugar céntrico o periférico por el que se nos ocurra transitar.
Sabiendo que para muestra basta un botón, en nuestra edición gráfica de julio, mostramos algunos de los montículos bernalenses aún a riesgo de que antes de salir nuestro periódico a la calle, surja una heroica cruzada de municipales a cumplir con los pedidos de nuestro benévolo intendente. Que así sea.
La suciedad reinante que soportamos en las calles de Bernal así lo muestra. Basurales por doquier no se condicen con la constante prédica del bueno de Gutiérrez, quién los manda a limpiar y a juntar ramas y montículos de vieja data –algunos de varios meses- que siguen incorporados al paisaje urbano.
La vereda del largo paredón del Colegio Salesiano, en la calle Zapiola, es una intransitable exposición de ramas, bolsas de residuos y basuras diseminadas por inimputables indigentes que hacen gambetas a su miseria desde adentro de los contenedores, instalados justamente para que la ciudad esté mas limpia. Otra muestra de la inacción, puede verse en la puerta del Jardín de Infantes Nro. 4 de Avellaneda y Ayacucho, en la puerta de la Escuela Municipal de Jardinería (Don Bosco y Yapeyu), en la calle Arenales, entre Zapiola y Rodríguez Peña, en N.S. de la Guardia y Sargento Cabral, en Ayacucho y Ameghino o en cualquier otro impensado lugar céntrico o periférico por el que se nos ocurra transitar.
Sabiendo que para muestra basta un botón, en nuestra edición gráfica de julio, mostramos algunos de los montículos bernalenses aún a riesgo de que antes de salir nuestro periódico a la calle, surja una heroica cruzada de municipales a cumplir con los pedidos de nuestro benévolo intendente. Que así sea.
Post a Comment