LOS ZORROS CUIDANDO LAS OVEJAS

Doscientas obras, cinco inspectores

(13/09/2010)- El Foro de Asambleas por el Plan Urbano Ambiental en Quilmes, difundió un comunicado denunciando a la la Municipalidad por delegar responsabilidades en los Colegios de Profesionales para controlar obras particulares.

La denuncia contiene los siguiente términos “Hace 15 días en Quilmes se firmó un convenio con el Colegio de Arquitectos y el de Ingenieros para que controlen los trabajos en las obras en construcción que se realizan en el Distrito.

Se pueden delegar las responsabilidades del municipio en manos de intereses particulares? Los vecinos sabemos quiénes son los actores necesarios para que el caos reine en la ciudad. Desde los políticos de turno a los particulares que saben lo que están haciendo.


La gestión Gutiérrez garantizó en campaña que esto no iba a suceder. Cuando el arquitecto Reninson, luego de un claro diagnóstico de cómo se estaba trabajando en la ciudad informó a los vecinos la decisión de crear un Cuerpo de Inspectores Municipales para controlar específicamente las obras particulares, con un informe periódico a la comunidad, fue realmente un paso hacia la cordura.
Al poco tiempo – en Febrero del 2009 – se alejó de sus funciones y luego de 18 meses nos enteramos por los medios de prensa (ya que las puertas de esta Secretaría se han cerrado al vecino común) que la Arq. Roxana González (al frente desde entonces del área) reconoce tener sólo 5 (cinco) inspectores para controlar a más de 200 obras, teniendo nombrados a más de mil quinientos trabajadores en su área
Lamentablemente los vecinos tenemos que hablar de los Colegios Profesionales, porque tanto el Ingeniero Carrizo como el Arquitecto Alejandro Latorre dicen ser sus representantes. Queremos hacer un poco de historia para que sepamos con qué personajes se pretende llevar tranquilidad a los vecinos, delegando su responsabilidad en manos de aquellos que durante la anterior gestión fueron los artífices (complicidad política de por medio) de querer hacernos creer que lo que se pretendía era desarrollar armónicamente la ciudad.
Hoy tenemos una clara muestra de que ellos pretendían sólo negocios. Organizaron reuniones en el municipio (Comisión de rezonificación mediante) durante el año 2006 a las que tanto Carrizo como Latorre prohibieron expresamente la participación vecinal. Luego vino el show montado en la UNQUI, con profesionales pagos por el HCD de entonces y con la complicidad del ex-concejal Rizzi, adonde sólo asistieron las aves rapaces que se apoderarían del negocio inmobiliario de la ciudad, liberado en los últimos años.

Fue así como lograron una rezonificación que no benefició a la ciudad, sólo al gran negocio de unos pocos, los responsables todavía están entre nosotros.
Mientras se siguen confundiendo territorios y delegando responsabilidades del Estado, en otros lugares de piensa diferente. Es así que el colegio de ingenieros de Buenos Aires decidió sacar – apenas conocida la tragedia de Villa Urquiza – la solicitada donde expresamente indican que “… no corresponde a los Consejos profesionales ejercer la supervisión y/o control sobre las obras y construcciones ….sino que ello es una facultad reservada al gobierno… que conserva el poder de policía”.
Tenemos memoria, tenemos datos. Lamentablemente se están tomando los mismos caminos de entonces.

Hace más de un año, que hemos hecho pedido de audiencia con el Intendente y con la Secretaria de Obras Públicas. La Arq. González sabe que tenemos muchas preguntas por hacer, las que nos hacemos los vecinos de la ciudad y que integramos el Foro de Asambleas: pavimentos, boulevares, Andrés Baranda, autorización de edificios en Quilmes y Bernal sin cumplir con las normas vigentes, preservación de la selva ribereña, destrucción del acervo arquitectónico del distrito, mantenimiento de calles de tierra, planes de vivienda para quienes lo necesitan, plazas, etc.

Al habernos cerrado todas las puertas al diálogo, tanto la arq. González como los Arq. Rivara y Arq. Gramajo, sólo nos han dejado las denuncias públicas y las instancias judiciales. Las irregularidades deben ser castigadas. En juego está la salud de los vecinos.

El intendente Gutiérrez sabe muy bien (lo habló cara a cara con los vecinos y se comprometió a dar respuestas) que lo que proponemos es sólo vivir en una ciudad mejor y no en una en clara decadencia”.