BASURA SIN FIN



(29/04/2019). 40.000 kilos de basura tapaban el arroyo Las piedras en el cruce con Montevideo y fueron retiradas por mas de 40 cooperativistas.
El operativo de limpieza fue coordinado con personal provincial y de Servicios Públicos de la municipalidad de Quilmes, para liberar el paso del agua en esa parte del cauce del arroyo.
La solución al problema está lejos de alcanzarse, y se hace necesario un difícil cambio cultural que por el momento es un horizonte lejano.
La costumbre extendida en todo el conurbano bonaerense de arrojar los residuos donde a cada uno le parece, siempre y cuando no sea en la puerta de su casa, dificulta mantener limpia la ciudad, que siendo tarea del administrador de turno, tendría que ser una obligación de todos los ciudadanos.



Las campañas de concientización son valederas en los jardines de infantes o las escuelas, y seguramente tendrán sus frutos en el futuro, pero todos los adultos son conscientes que no hay que
generar basurales y deberían ser multados quienes tengan esa actitud de desprecio por los demás.
Ni la basura crece sola en los arroyos y calles, ni los funcionarios la vuelcan por las noches para levantarla por la mañana, todos somos responsables de vivir entre la mugre, dejando muebles rotos en las veredas, arrojando envases en la vía pública o depositando las bolsas en las plazoletas de las avenidas, para después quejarse por las deficiencias del servicio.
De la misma forma que cada trabajador tendrá próximamente un jubilado a cargo, vamos en camino de tener un recolector de residuos para cada habitante, como única forma de lograr una ciudad limpia, imposible en el Gran Buenos Aires y una realidad en otras partes del país.