QUILMES, DESPUES DE LAS PASO



(18/08/2017) - Los resultados electorales, aún  después de sus cifras definitivas, nunca dejan de dar lugar a distintas interpretaciones, lo que dicho en otras palabras, aquí también es “según el color del cristal con que se mira”.
Dado que la realidad es una sola, las PASO en  el Distrito de Quilmes, van dejando una secuela de dolores para unos y festejos para otros, aunque para ambos, todo es de efímera duración. Y al amparo de que el cercano 22 de Octubre tendrá la palabra final a este tanteo cívico, que además reflotó la discusión sobre  si las internas deberían seguir siendo abiertas y obligatorias; los que festejan y los que lamentan iniciaron su camino hacia esa expectante final del décimo mes del año.
En cuanto a la realidad que le ha tocado vivir al partido gobernante de Quilmes, la crítica más constructiva es recordarle que “no hay peor sordo que el que no quiere oír” para lo cual abundan constancias escritas . 
Partiendo de aquél 2015, cuando la decisión de cambiar hizo que nos encontremos con un nuevo intendente, joven y mediático que despertó muchas esperanzas, que el entusiasmo creció con los rápidos apoyos llegados desde Nación y Provincia. Obras públicas que salieron de sus letargos, inversiones en escuelas, pavimentos, énfasis en las  extensiones de redes de agua y cloacas, fuerte desarrollo en el área de cultura, espectaculares actos de difusión para el cuidado del medio ambiente, numerosas jornadas, charlas y convenios y otras acciones destacables. .  Pero... al tiempo en que esto sucedía y agradaba, ese mismo tiempo fue pasando sin que se vieran las soluciones simples y básicas reclamadas desde años.
 La suciedad en las calles, ausencia del barrido, desatención al vaciado y lavado en tiempo y forma de los contenedores de basura, vicios laborales que deterioran el servicio de recolección de residuos domiciliarios, marcado incumplimiento a los programas de podas y retiro de ramas, desatención al uso indebido de la vía pública y otras acciones que, a criterio de muchos, pudieron haber sido de inmediata solución.
Además, está el abultado organigrama  interno del municipio, fundamentalmente en lo que hace a la creación de Secretarías, Subsecretarias, Direcciones Generales, Direcciones y Asesorías, cargos  que en una casi mayoría, fueron ocupados por personas ajenas a Quilmes, no siempre idóneas ni conocedoras del ámbito local.  Como así también provenientes de espacios políticos pertenecientes al anterior gobierno.                                                                  
 A esta altura, al reiterar que de todo lo enumerado hay constancias escritas, vale también recordar actitudes de funcionarios,  discordantes con los lineamientos  programáticos propuestos a la ciudadanía.
Finalmente, el corolario a lo expresado lo conforma la separación de sus cargos en el Departamento Ejecutivo de funcionarios  radicales y la conformación  de las listas de candidatos  a Concejales para esta elección, sin la participación de los sectores que conforman la coalición Cambiemos, que acompañaron al Pro en el triunfo de 2015.  
Y en este “después de las PASO” vemos que algunas medidas no se hicieron esperar. El abogado Gonzalo Ponce, fue desplazado de  su función como Jefe de Campaña  de Cambiemos en Quilmes. Ahora, según trascendidos que merecen fe, se estaría formando un “equipo de campaña” en el que aparecen los nombres del Secretario de Cultura, Ariel Domene, el Presidente del H. Concejo Deliberante, Juan Bernasconi y el Concejal Gastón Fragueiro (incorporado a Cambiemos, proveniente del massismo) .

De aquí en más, la futurología ocupará el centro de la escena. Solo queda la esperanza de que todos; ganadores y perdedores (porque los hubo) hagan sus respectivas autocríticas y comprendan que el contenido de las críticas periodísticas, conlleva  muchos años de experiencia en la observación de la vida política.                          NORBERTO GIALLOMBARDO.