Crónicas del ciudadano

 Crónicas del ciudadano 

BASTA, EL HARTAZGO NO SE CALLA  

 

(25/05/2023 - por Norberto Giallombardo) - Ante todo, hay que destacar que hoy es el día de la patria que nació en 1810 y se consolidó en l816, esa patria que nunca murió, por lo que no necesita renacer. 

“Basta, el hartazgo no se calla...” con una encendida crónica, de la que solo extracto estas palabras, inicio mi diálogo con “el ciudadano” al cual me adhiero porque un periodista, también es un ciudadano y un contribuyente, y como todos tiene el derecho de elegir,  ser elegido y opinar. Aclarando que no está en mis metas ser elegido, hago mío el hartazgo del ciudadano por lo que dice y por lo que todos pueden ver en nuestro Quilmes querido. 



En la avenida H. Irigoyen y Saavedra, está el edificio perteneciente a la Municipalidad, donde funciona oficialmente el Centro de Zoonosis. En su fachada con amplia vista, además de las letras que lo identifican como Organismo Estatal, hay un gran cartel de propaganda política que entre otras palabras e imágenes dice “MAYRA 2023”. También, la información diaria, mostró una clásica “foto para la campaña” donde se ve que la intendenta recibió al precandidato de su partido y otros intendentes del mismo sector en los jardines del Centro Audiovisual “L. Favio”, hecho que ha ocultado la gacetilla de prensa del municipio.  

Estos abusos de autoridad y mal desempeño de la función pública, son parte de una larga lista de otros temas que dañan al pueblo todo, aquel que conforma municipios, provincias y República Argentina.  

 A lo que se suma lo ocurrido en  la Sesión del Honorable Concejo Deliberante de Quilmes; el martes 9 de mayo se aprobó el Presupuesto Municipal con una mayoría lograda por el oficialismo con la mano de su aliada, la Concejal Raquel Coldani.  

En esa oportunidad los ediles de la oposición no levantaron la mano. Tampoco abrieron la boca.  

Este pobre intento de rechazo pasivo, no se condice con ninguna lógica parlamentaria, ya que oponerse en silencio no es estrategia saludable para la democracia. Para muchos observadores, esto sería un burdo intento de quedar bien con Dios y con el diablo. Para otros muchos es un signo de complicidad. Quienes no tuvieron pruritos en desentenderse del obligado control de los bienes del pueblo que los votó, han dado crédito al concepto de "casta" que tanto lastima. 

Esta triste realidad de decadencia moral, merece el repudio de quienes esperan una Argentina digna.