LA ESCUELA PUBLICA DE SARMIENTO A BARADEL

(16/04/2021) - Cuando Sarmiento trajo a las maestras norteamericanas, fue para igualar los derechos a la educación de una gran mayoría de argentinos que no tenían acceso a la enseñanza, De allí en más, la escuela que brindaba el Estado argentino, fue pública, gratuita e igualitaria.

Con los años se elevaron los niveles y Argentina tuvo muchas  generaciones de alfabetizados que alcanzaron los más altos grados de profesionalidad  y conocimientos, siendo reconocidos por el mundo y se dio la constante llegada de estudiantes de otros países que vinieron a capacitarse con el sistema de enseñanza que se superaba constantemente.

Cuando el populismo comenzó a echar mano a la escuela pública, todo fue cambiando, las  doctrinas de las agremiaciones de los educadores fueron minando las normas que potenciaban los niveles de enseñanza. Las siempre respetadas “señoritas maestras”, fueron transformándose en trabajadoras y trabajadores de la educación.

En sus gremios, con cada vez mas categorías de trabajadoras y trabajadores no docentes, a la hora de elegir a sus representantes, todos los votos tienen el mismo valor.

Los educadores aumentaron sus agremiaciones, acrecentando derechos y condiciones de trabajo favorables y la escuela estatal fue perdiendo  contenidos. Bajo intereses ajenos a la esencia de la pedagogía, se fueron instalando preceptos que pretenden implantar flexibilizaciones ajenas a la calidad educacional, para combatir una imaginaria estigmatización de los educandos.

Así, el alumnado fue emigrando a la enseñanza privada, la que fue ganando la confianza de los padres que encontraron en ella continuidad  y formalidades acordes a tradiciones que nacieron en aquellos años en que  Sarmiento supo combatir el analfabetismo.

Hoy la enseñanza estatal se desarrolla entrelazada  con  mandatos gremiales que en su búsqueda de derechos para los trabajadores, no siempre prioriza la importancia de la continuidad que los alumnos necesitan para formarse con el debido derecho a no ser interrumpidos en sus ciclos, tal como fuera desde aquellos tiempos en que nació la escuela pública.   NORBERTO GIALLOMBARDO    a.