LA CRISIS EN EL CIRCULO CATOLICO


(16/02/2021) - El Círculo de Obreros Católicos de Bernal, es un sentido pedazo de la historia de nuestra ciudad, en la que se fundó cuando todavía éramos un pueblo.                              Indagando sobre sus orígenes, llegamos a constatar la existencia de Estatutos que determinan la pertenencia material (propiedad mueble e inmueble) a la Federación de Círculos Católicos de la República Argentina, y regida espiritualmente por los principios de la Iglesia Católica.

Desde su fundación en 1913, el Círculo fue conducido por una Comisión Directiva integrada por vecinos de Bernal y así creció apoyado por la comunidad toda, siendo un hito memorable, la participación popular en la década de 1950, cuando para la  compra del terreno donde se construyó  la pileta de natación y el edificio de dos pisos, un grupo de socios fue garante del préstamo bancario, con las escrituras de sus propias casas.

Pasaron los años y algunas cosas cambiaron. La economía tuvo sus avatares y llegó la necesidad de solicitar el desalojo del local  de la esquina de Belgrano y 25 de Mayo,  que desde l937 ocupaba la Biblioteca Popular “J.M.Estrada”,  para luego alquilar ese sitio a un comercio gastronómico y la pileta y el edificio de dos plantas siguieron concesionados. Mientras tanto, la sede social y el histórico trinquete de pelota-paleta continuaron siendo lugar de encuentros sociales y creciente vida deportiva. Además, entre las cosas que cambiaron, la búsqueda de recursos llevó a la Federación a ampliar las locaciones, sumando otros tres locales sobre la avenida Belgrano.

Estos recursos económicos, según certifican socios antiguos, fueron siempre girados a la Federación,  la que no tuvo en cuenta  el mantenimiento del edificio, lo que trajo sus consabidos problemas, al tiempo en que fue creciendo la incomunicación entre las Comisiones Directivas locales y la cúpula de la Federación. Siendo las exiguas cuotas sociales, el único capital que manejaban las Comisiones locales.

Estas situaciones llevaron a una crisis institucional, que tuvo su punto extremo, cuando en 2011  la Comisión Directiva del Círculo Católico de Bernal fue intervenida por la Federación , nombrando interventor al señor Pablo Ferrara.

En este nuevo capítulo de intervención, se tomaron medidas, tales como el despido de un histórico “canchero” (realizaba el mantenimiento del trinquete) y el desplazamiento de la empleada y cobradora de cuotas sociales a domicilio. Desde ese momento los socios que deseaban pagar sus cuotas debían concurrir a la Sede, lo que produjo una considerable merma de la membresía. Tampoco esa intervención llamó  a Asambleas de asociados y luego de convenir un contrato con uno de los socios para la atención de la sede, la continuidad de la práctica deportiva en el trinquete y su correspondiente  mantenimiento, el interventor dejó de concurrir asiduamente al Círculo y la incomunicación creció al punto tal que, el interventor Ferrara fue reemplazado por el señor Leandro Rago, sin que mediara comunicación formal a los socios que continuaban dando vida al Círculo.

En ese prolongado período de tiempo, los socios continuadores de la vida social y deportiva, entre los cuales se encuentran algunos de aquellos que con  las escrituras de sus casas fueron garantes del préstamo para las ampliaciones de los años ’50/’60, se auto convocaron en el año 2020 y nombraron una nueva Comisión Directiva, luego de lo cual, la llegada de la pandemia del Covid 19,  obligó a un cierre prolongado y una paulatina reapertura, con ajuste a protocolos sanitarios.                                                                    No obstante se lograron recursos económicos mediante un convenio para el uso de la planta alta y con ello se realizaron tareas de mantenimiento del edificio, reposición y mejoramiento de luminarias, arreglos de techos y lo que resultó un indiscutido acierto; la apertura de dos ventanales con blindex, en la parte trasera del trinquete.

El nuevo interventor, al igual que el anterior, desmintió versiones que siempre circularon;  aseguró que “la Federación no tiene  ningún proyecto inmobiliario ni tampoco venderá el inmueble”. Pero también desató una polémica al desconocer la legalidad de esta nueva Comisión Directiva y anticipando un pronto desalojo de todas las concesiones. (continuará)