CLOACAS A CIELO ABIEERTO
(23)06/2012)- La cosa no es nueva ni exclusiva de este
gobierno. Las aguas servidas que
barranca abajo corren por la calle Montevideo de Bernal Oeste, llevan polución a los habitantes de ItatÃ, la “villa”
que quiere ser barrio y también a los vecinos contribuyentes de la otra vereda,
el lado de la ciudad que desde la década de los años cincuenta (mediados del siglo pasado) vio como perdÃa
el espacio verde de aquella romántica “loma” poblada de canchitas de fútbol, a
manos de indignas polÃticas que institucionalizaron la precariedad como forma
de vida, en los baldÃos que formaron parte de una zona humilde con pobrezas
dignas.
Y hablar de polución no es para nada desmedido, porque en
esas aguas servidas van residuos biológicos que en las ruedas del intenso
tránsito también llegan mucho más allá de la villa.
En más de medio siglo,
por la Itatà han pasado las acciones de muchos gobiernos llevando
promesas a cambio de votos y el resultado de este “canje” entre los del poder y
los desposeÃdos, está a la vista; por la
calle Montevideo corre una inaceptable cloaca a cielo abierto.
Las culpas son
históricas, pero no por ello dejan de ser culpas, ni mucho menos una historia
para aceptar mansamente sin denunciarla.
Ese triste pasado debe ser un detonante que despierte a las actuales
autoridades para que con acciones positivas logren en este presente, que la
contaminación no llegue al futuro.
La cosa no es nueva ni exclusiva del actual gobierno, pero sà lo alcanzan las mismas culpas, que
aumentan su carga porque habiendo coronado sus diez años en el poder con el
insistente relato de ir por todo; las cloacas a cielo abierto de la calle
Montevideo siguen quedando afuera de todo.
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