CARTAS DE LECTORES




(11/03/2013)- Agradeceré la publicación de la siguiente reflexión sobre la nota: “los ojos del intendente están cerrados para Bernal"


 
“Reiteradas veces ese periódico ha hecho hincapié en las falencias del gobierno municipal, particularmente en el área de higiene urbana.
La inoperancia del conjunto de organismos municipales ante las exigencias que presenta la administración municipal, mas la incapacidad demostrada por el Sr. Intendente para encausar las deficiencias del municipio, son mas que evidentes.
Pocas veces ese periódico ha mencionado a los "vecinos de malas costumbres". Y observo con preocupación que se incrementa en nuestra sociedad el ver al "otro" como responsable del problema, cuando TODOS por acción u omisión somos parte del mismo.
Para precisar un poco mas. El juicio "vecinos con malas costumbres" minimiza una grave situación social, escondiéndola en un tema de "costumbres".
Veamos algunos ejemplos:  1- Sacar basura en horarios o días donde no pasa el servicio recolector es ponerla a disposición de los perritos que la gente cuida dándole agua y alimento en la calle. Luego; cada vez mas basura tirada y mas perros en la calle.
2- Barrer la basura al cordón de la vereda para que la retire el barrendero. Luego; sumideros tapados, por que normalmente ningún sistema de limpieza puede recoger simultáneamente los desechos de cuneta, cada vez que alguno de los miles de vecinos de Bernal se dedica a barrer la vereda.
3- Barrer la basura al baldío u obra en construcción cercana.
4- Otros miles de vecinos podando arboles y retirando residuos vegetales en un lapso de 20 días en otoño, sin saber para que se poda; Generan montículos peligrosos para el tránsito y la seguridad urbana (algunos podan para que no se oculten "chorros " en las copas, pero se ocultan tras los montículos).
5- Tirar envoltorios al piso luego de consumir su contenido.
6- Una vez colmados los contenedores municipales con cualquier cosa menos lo previsto, seguir tirando basura alrededor de los mismos sin límites
7- Negocios de comidas ( restaurantes, rotiserías y demás) sacando sus residuos orgánicos a cualquier  hora.
Y así podemos encontrar otras causas de acumulación de basura en nuestras calles, pero las supuestas malas costumbres no terminan en la higiene urbana.

Vemos a nuestros vecinos estacionar en doble fila, en las esquinas, en las paradas de colectivos, frente a edificios públicos, bancos y escuelas,  o donde específicamente está prohibido.
Los vemos retirar a sus niños de las escuelas en triple fila de coches, impidiendo el acceso a los transportes escolares autorizados. Y a los peatones que: o esperan pacientemente en las esquinas al borde de las sendas peatonales a que el constante flujo de vhículos se interrumpa para poder cruzar sin temor.  Como también no faltan audaces que lo hacen rápidamente esquivando coches, pero por cualquier parte de la cuadra.
No nos importa cortar el paso peatonal con nuestras interminables colas para pagar los impuestos de los que nos quejamos....
Y hablando de impuestos, queremos que se den mas servicios pero que no nos aumentes las contribuciones.

No es un tema de malas costumbres, es un tema de profundo individualismo. Nadie reflexiona sobre las relaciones de convivencia,  a nadie se le ocurre ponerse en el lugar del otro.
Algunos síntomas:
Aumenta el encierro y el temor basados en informaciones de los medios o en el chismerio de feria. Aumentan los gastos en alarmas, policía privada, alambrados electrificados, etc. Aumenta el individualismo. Aumenta la mirada crítica al otro.
Aumenta el: " sino lo hago yo lo hace otro..." (mala  fe)
Disminuye el mirar al vecino y charlar con él sobre problemas comunes, solo se escuchan catárticas quejas que nada aportan.  Disminuye el cuidado de la vereda y de la calle como si no fueran nuestras. Disminuye la solidaridad. Disminuye (aun mas) la participación social. Desapareció la mirada reflexiva y comprensiva.
Propuesta: Una sintética y sabia frase de un Guía Universal, Mohandas (Mahatma) Gandhi: "Sé el cambio que quieres ver en el mundo".
Guillermo Schierf.