TALLERES BARRIALES 2013


(27/02/2013-GACETILLA MUNICIPAL)- La Secretaría de Cultura y Educación del Municipio de Quilmes informa que el 4 de Marzo se abre la inscripción para el ciclo 2013 de los Talleres BarrialeS. Como cada año, en forma libre y gratuita,  se ofrecen numerosos cursos de arte y oficios en sedes municipales, escuelas, clubes y sociedades de fomento.
El director de los Talleres Barriales, César Longueira, detalló que “a partir del lunes 4 de marzo, de 9 a 17, va a estar abierto durante todo el mes de marzo, las clases están previstas para el 3 de abril, así que hay tiempo para anotarse. Luego continuará la inscripción de forma descentralizada en cada barrio”, indicó Longueira.
Talleres Barriales: Literatura, Circo, Teatro, Teatro Comunitario y Mimo Teatro.
Danzas: Tango, Folklore, Danzas Clásicas, Salsa y Ritmos Caribeños
Música: Canto, Coro, Guitarra y Percusión.
Artes Plásticas y Visuales: Dibujo, Pintura y Fotografía.
Artesanías: Tallado en Madera, Vitro, Telar, Macramé, Porcelana en frío, -Cerámica, Artesanías en Hilados, Cestería Ecológica y Manualidades.
Oficios: Electricidad Naval y del automotor, Huerta, Costura, Gastronomía y Peluquería.

Homenaje al Teatro Argentino
Las actividades de los Talleres Barriales para este año tendrán como eje central la historia del Teatro Argentino transitando por el Circo Criollo, el Sainete y el Grotesco Criollo. De esta manera, se rendirá homenaje a los hermanos Podesta, Discepolo, Soria, García Velloso, Florencio Sánchez, Gregorio de Laferrere, Vacarezza y Roberto Cossa como así también a Juan Cobian, Julio Decaro y Aníbal Troilo.
El director de los talleres Barriales, César Longueira, destacó que “Es un año muy importante para la historia de nuestro teatro porque se cumplen 80 años del fallecimiento de uno de los hermanos Podestá; 80 años de la puesta en escena de la obra teatral  “Mateo”, pieza escrita por Armando Discépolo y 100 años Gregorio de Lafferrere. Por eso vamos a arrancar los talleres barriales trabajándolos con lo que es  el circo criollo; el sainete criollo y el grotesco: La idea es llevar a escena Juan Moreira, como la primera versión hecha de pantomima; otra hermosa obra gauchesca “Barranca Abajo” de Florencio Sánchez y un sainete muy divertido y festivo que es “Tu cuna fue un conventillo”, de Vaccarezza. Otro de los ejes de trabajo para el año en curso es el regionalismo, mitos y costumbres de nuestro país”.
De esta manera, se rendirá homenaje a los hermanos Podesta, Discepolo, Soria, García Velloso, Florencio Sánchez, Gregorio de Laferrere, Vacarezza y Roberto Cossa como así también a Juan Cobián, Julio Decaro y Aníbal Troilo.
Longueira resaltó que todas las áreas van a estar trabajando sobre estos ejes centrales, plástica, danza, teatro y hasta también gastronomía.
“Va a ser un año muy partícipe para los vecinos de Quilmes en todos los talleres barriales porque, para todos estos proyectos van a haber  convocatorias abiertas para actores, bailarines, directores y todos los que quieran sumarse a los espectáculos que estamos proponiendo”, informó el director a la vez que adelantó otros proyectos de teatro participativos como un conventillo itinerante y pulperías para muestras de los talleres de folklore junto a las áreas de plástica y de música, enseñando nuestro repertorio popular, porque todo está muy relacionado”, concluyó.

 El surgimiento del pueblo argentino
Con el aporte de los hermanos Podesta, al acriollarse el Sainete se cambia al pueblo español por el nuevo pueblo argentino. Se representan sobre el escenario a gringos y criollos, cambiando la calle madrileña por el hábitat porteño: el conventillo, más precisamente su patio. Como verdaderos espejos de costumbres, las piezas reflejaban el rápido proceso de transculturización.
El teatro fue un elemento importante para la formación de identidad, poco a poco creó los cambios lingüísticos producto de las convivencias de las nacionalidades y reemplazó las tonadillas españolas por las vidalitas y más adelante el tango.
Todo comenzó con el circo criollo y  las  piezas gauchescas, obras que en la época marcaron una reivindicación y un aprecio por  lo gauchesco con la aparición del Martín Fierro y las obras de Ascasubi. Fue precisamente con “Juan Moreira”, obra que llevaba  a escena a ese gaucho perseguido y que permitía reflejar las injusticias representativas de lo sufrido por el gaucho argentino, que comenzaron a trabajar interactuando las diferentes áreas de los talleres.