PATRIMONIO NATURAL QUILMEÑO

(21/05/2010)- El siguiente es el documento emitido por el Movimiento Político, Social y Cultural “Proyecto Sur: ”Hay un lugar que casi no existe para algunos quilmeños todavía: la costa del Río de la Plata, que linda con nuestro partido – espacio público que alguna vez dio abrigo a nuestros abuelos y padres para el esparcimiento y el disfrute en familia-, hace tiempo que ha quedado olvidada para muchos.
En la ciudad de Bernal, para llegar a la costa hay que cruzar la entrada de la autopista, en la intersección entre Espora y Avenida Caseros. Allí mismo, el panorama a primera vista parece despojado de toda belleza natural. Cualquier persona que viene a la ciudad de Bernal se encuentra con una primera imagen: el predio perteneciente a la papelera Smurfit Kappa. Ruidos y emanaciones contaminantes, montañas de fardos de basura que se disponen a 4 o 5 metros de las medianeras de las viviendas de los vecinos y ese olor a pestilencia a causa de los ( 80.000 litros por hora de agua contaminada que terminan cada día en el río). Los vecinos le llaman la “Botnia” de Bernal. De acuerdo a informes realizados por el OPDS (Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable) la situación de los vuelcos habría mejorado pero simultáneamente el ADA (Autoridad del Agua) verifica que no, y que peor aún, la empresa no tiene el permiso de vuelco ni los planos exigibles aprobados. Por otra parte, los efluentes industriales que circulan por los arroyos contiene sustancias contaminantes (fósforo, sulfato y polifenoles entre otros) cuyos valores están excedidos 75 veces más de lo permitido.
Aquí cabría preguntase, una vez más, a quienes son realmente funcionales las autoridades de control y el mismísimo Secretario de Medio Ambiente, Claudio Olivares. Está claro que no al pueblo.
Por otro lado, los desagües pluviales, que vienen desde las viviendas de Bernal centro, Villa Cráter y Villa Alcira, han sido rellenados por la empresa Caggiano y hoy utilizada por la empresa Cosugas, quien se había asido de los lotes de humedales naturales que contaban con una tupida vegetación y animales de toda clase (los cuales por supuesto fueron muriendo). Hasta aquí, el lado visible más cercano a la costa.
Sin embargo, más allá de los basurales y las fábricas, hay un mundo que no todos los vecinos conocen. Gracias a una recorrida guiada, organizada por el Foro de Asambleas por el Plan Urbano Ambiental, y acompañados por varios ambientalistas y biólogos, el pasado domingo 9 de mayo un centenar de vecinos de distintos puntos del distrito llegamos a la Reserva Natural de la Ribera. Una gran cantidad de especies vegetales, autóctonas y exóticas, así como diferentes aves (entre las cuales pudimos ver garzas, lechuzas y teros) habitan en un ecosistema que intenta sobrevivir a los ataques del hombre. En esta reserva tenemos los humedales que funcionan esencialmente para mantener el ambiente sano. Actúan naturalmente como filtros de los tóxicos y materiales contaminantes, y sin ellos el río estaría mucho más deteriorado.
En la recorrida pudimos observar los espacios con relleno del CEAMSE, el que fuera cerrado el 31 de enero del año 2004 gracias a los reclamos de los vecinos. Desde entonces las organizaciones de vecinos vienen cuestionando que la empresa Saneamiento y Urbanización SA (SyUSA) -subsidiaria de Techint a cargo del control en el procesamiento de la basura- se quedara con las 230 hectáreas que estaban libres de basura, cuando se había acordado que recibirían como parte de pago un tercio de las parcelas utilizadas como rellenos. Era el relleno más grande y activo de Latinoamérica. Aún hoy vemos como los líquidos lixiviados brotan de la tierra junto con los gases y fluyen hacia el zanjón del pluvial de la calle Lomas de Zamora.
En el año 1978 se creó el CEAMSE (Techint era el encargado de los trabajos de ingeniería y de los movimientos de tierra) gracias a que durante los gobiernos militares se hicieron tratos con las empresas, dándoles permiso a éstas de rellenar las tierras vírgenes de la costa, a cambio de quedarse con las mismas. Actualmente existen más de 50 millones de toneladas de basura que están fermentando bajo la tierra.
Pero para no perder la costumbre, las multinacionales (que ni lerdas ni perezosas han ido tejiendo acuerdos con los funcionarios de turno), especialistas en negocios privados con bienes públicos, se quieren apoderar de este milagroso espacio virgen. Esto no es una novedad. La corporación Techint, tiene previsto el proyecto “Nueva Costa del Plata”, que plantea la urbanización de los últimos espacios verdes de la orilla que van desde Avellaneda a Quilmes. En nuestro distrito, y con el aval del intendente de Quilmes Gutiérrez, se ha presentado un proyecto edilicio que prevé la construcción de torres de hasta 40 pisos sobre la costa, lo que requiere de la destrucción del ecosistema y que amenaza con provocar una nueva agresión a la región costera del Río de la Plata con el relleno del humedal y la elevación de la costa.
A pesar de todo eso, el intendente Francisco Gutiérrez parece muy apurado por aprobar este emprendimiento en el Consejo Deliberante, desoyendo los reclamos y las denuncias que desde hace años llevan adelante los vecinos.
Sin embargo, no todo está perdido. Adentrándose en la selva bernalense nos encontramos con lugares donde la vida está todavía floreciente. Los humedales y la selva marginal de las costas del Río de la Plata , desde Quilmes hasta Berazategui, todavía tienen la oportunidad de ser recuperadas y protegidas. Pero necesitan de todos nosotros.
Como solemos decir quienes defendemos la vida, quienes defendemos los derechos que son de todos: la vida no se negocia, y nuestro verde, los pulmones urbanos que nos quedan, así como el agua, valen más que unos cuantos millones -de dudoso destino- en el bolsillo de algunas personas.
Desde Proyecto Sur, sostenemos que es vital que los vecinos conozcamos nuestras posesiones para luego poder defenderlas. El medio ambiente es una asignatura que todavía está pendiente para la sociedad y para los gobiernos.
Debemos recapacitar y comprender que los humedales de la costa del río están protegiéndonos de un ambiente hostil y pestilente, que sin darnos cuenta, enferma y contamina nuestro barrio y a nuestras familias afectando la salud de todos. El agua del río cada vez está más contaminada. Sabiendo que solo el 3 % del agua del mundo es potable y que uno de los pocos lugares que reservan agua aún apta para el consumo humano es el Río de La Plata ¿qué estamos esperando para decir BASTA? Detengamos la privatización y urbanización de nuestra reserva costera. Si hoy no lo hacemos mañana lo lamentaremos.
Por muchas razones, todo el pueblo de Quilmes y de sus barrios debería acercarse, confraternizarse, conocer y sumarse a la defensa por el patrimonio público y los recursos naturales que ayer fueron de nuestros abuelos, que hoy son nuestros y que mañana deberían ser de nuestros hijos y nietos. El agua debe dejar de ser contaminada porque de no hacerlo en el futuro ya no podrá ser tratada para el consumo familiar, y lo peor, es que sabemos que se seguirá distribuyendo.
Estemos alertas, la ribera está siendo depredada. Evitemos que se de curso al proyecto de Techint en el Consejo Deliberante y exijamos a las autoridades la defensa del pueblo por sobre los intereses privados.

Proyecto Sur
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Proyecto Sur
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