A OCHENTA AÑOS DE LOS NIÑOS DE PERON

 A OCHENTA AÑOS DE                                 LOS NIÑOS DE PERON

(9 de enero de 2024 - por Norberto Giallombardo) - Por lo que leí, por lo que estoy viviendo desde la primera mitad del siglo XX y ante la circunstancia coyuntural que vive nuestra República, siento la necesidad de dejar, para quienes me sucedan, mis recuerdos de los ultimos ochenta años. Como primera advertencia, corresponde aclarar que lo que sigue son solo recuerdos, no son consejos.

Dejar de lado todo pensamiento ideológico, es primordial para entrar en los recuerdos. Coincidamos entonces en  munirnos del mas puro patriotismo.

DESDE 1810

Nuestra argentina ha soportado tiempos de luchas internas y externas, de desencuentros  e incontables situaciones de inaceptables controversias. Y aún así, en nuestros primeros cien años tuvimos la independencia, formamos una república y llegamos a ser una nación grande, próspera, libre y hospitalaria para todos las habitantes que quisieron habitar esta tierra, preferida por las corrientes migratorias internacionales.                                                                     Y aunque la frase resulte antigüa vale; fuimos el crisol de razas de los siglos XIX y XX.  Nos veneraron como el granero del mundo, el mismo mundo que saludó nuestro primer centenario con hidalguía .                                     Muchos argentinos tuvimos abuelos inmigrantes que llegaron para trabajar y mucho tuvieron que ver con la grandeza argentina. Fueron obreros, quinteros, comerciantes, etc., que no pidieron nada. Comenzaron a trabajar y compraron tierras que pagaron con su trabajo, fueron trabajadores propietarios. Accedieron a la memorable clase media desde la pobreza e implantaron  la cultura del trabajo. Y así, siempre creciendo, nos fuimos aproximando a la primera mitad del Siglo XX.                              

LOS NIÑOS DE PERON


 La época en que fuimos "los únicos privilegiados de Perón", aquellos que jugamos los  primeros campeonatos de "fútbol infantil Evita", los que aprendimos a leer en libros que nos decían "Perón te ama - Eva te ama". Los que en la secundaria fuimos obligados a traducir al inglés el libro "La Razón de Mi Vida" los que vimos asombrados y en silencio la relevancia de la "U.E.S." (Unión de Estudiantes Secundarios) con el correr de los años, descubrimos que no habíamos sido los únicos privilegiados, porque despertamos ante quienes habiendo sido de otros partidos, se habían convertido en  militantes peronistas que lucían orgullosos ese "privilegio" con vistosos carnets ostentando poder.  

Junto a ellos, fueron apareciendo los dirigentes gremiales, que habiéndose adjudicado el título  de Columna Vertebral del Movimiento Peronista impusieron normas laborales que bajo la premisa de beneficiar a los obreros, acumulaban poderes. También vimos (los que fuimos los ñiños de Perón) como se obligaba a observar una doctrina nacional de puro corte fascista; donde para consolidar y luego mantener la mas cara ficción que está pagando nuestra Nación, no se tuvo reparos en destruír sus bases económica.

Lo narrado hasta ahora y lo que no solo sabemos los que nacimos en aquella época, merece una delicada minuciosidad que  sobrepasa a estas líneas de factura barial y casera. No por ello perderían valor estos recuerdos que nos permiten traer a la memoria, hechos y situaciones que se dieron durante mucho tiempo. 

La llegada del peronismo al poder tuvo antecedentes variados. Revoluciones continuadas de por medio, donde se dieron ciertas condiciones para el agotamiento del poder militar que en 1943 transitaba el  final de la recordada "época infame" y que en las idas y venidas de esos gobiernos castrenses, dieron en acertar con un ignoto Coronel que con empatía, que ninguno de ellos había logrado, llegó a la masa obrera . 

Y todo vino de repente; tras un Secretario deTrabajo y Previsión que logró decir lo que a muchos sedujo, mas  los movimientos posteriores para conseguir adhesiones, Perón  fue endiosado y una vez lograda la adoración de ilusionadas masas populares, vió facilitado su plan para llegar a la suma de los poderes. Hizo caso omiso a los preceptos constitucionales y gobernó en pos de su sueño fascista que había aprendido en su trato íntimo con Benito Mussolini.                      También logró en esa era de ensoñación, dejar en el olvido  su anterior acción como Capitán del Ejército, en el pescante del histórico automóvil descapotable, asistiendo al general Uriburu, para derrocar al gobierno democrático de Hipólito Yrigoyen.                                                                            Ya con el poder absoluto en sus manos, su voz  fue la única atendible, su opinión y decisiones resultaron inapelables hasta el punto en que un día esa misma voz dijo "para que queremos el oro" iniciando el cambio de la economía sin el valioso respaldo físico.  Compró los viejos ferrocarriles cuando ya habían cumplido la epopeya de unir gran parte del territorio, fundando pueblos, afianzando la soberanía nacional y contribuyendo vitalmente a las economías regionales. Pero en lugar de seguir expandiendo ese esencial servicio y revitalizarlo, dejó que padeciera la falta de atención y mantenimiento.                                          Ante tales circunstancias, el plan de aquellos militares para no perder el poder fué un éxito, porque no lo perdieron, coexistieron con Perón hasta que decidieron derrocarlo y entraron en una nueva era de inestabilidad, negociaciones, negociados, elecciones amañadas, pactos, otros derrocamientos y el triste final con una guerra indebida y no deseada, que además de demostrar la pobreza profesional de quienes la decidieron, enlutaron a las Fuerzas Armadas, a la República toda y llenaron de tristeza al mundo.

 Aquel peronismo, en su dilatada existencia, desde antes de perder a su líder, entró en una descomposicón pólítica de dimensiones. Ya en la tercera presidencia, Perón, fue absorbido por sus herederos, que ante su muerte y la asunción a la primera magistratura de la esposa: María Estela Martinez de Perón (Isabelita) luego de su destitución,  lograron mantener sus feudos, aún durante la sangrienta dictadura de Videla (Rafael) .  

Tampoco habrá que olvidar a las dictaduras militares, con y sin asentimiento de sectores del quehacer nacional. Y las Guerrillas Terorristas, con sus secuelas de muertos y desaparecidos, tanto por parte de esas guerrillas como así tambien del Terrorismo de Estado.

En un nuevo resurgimiento, ese mismo peronismo fue copado por el menemismo, con cambios ideológicos pero sin desarmar su legendaria cúpula de dirigentes politicos y gremiales. A partir de la sentencia de Menem,  la voz que sucedió a Perón, al referirse a los ferrocarriles: "ramal que para, ramal que cierra"  bendijo al gremio de camioneros, que con métodos corporativos se apoderó de la logística, aumentando sus costos e interfirió en el desarrrollo de la produción.

 Por último, el peronismo  fué fagocitado por el  kirchnerismo, en lo que fué el peor gobierno de la historia de  nuestro país. Demás está detallar los hechos de  corrupción, delitos, mentiras, despilfarros, abusos y faltas cometidas por los Kirchner, Fernández (Alberto), Masa y sus  séquitos. 

Ahora, en 2024,  estamos ante acciones de cambios serios para el futuro, cambios que en democráticas elecciones fueron decididos por una holgada mayoría de votantes, tan holgada como lo fueron las mayorías que antes votaron a quienes gobernaron hasta 2023. Con algunos paréntesis por intentos que no pudieron o no supieron retomar el camino del progreso nacional (Frondizi, Illia, Alfonsín y, por qué no Macri).                                                                       

Muchos serán los recuerdos que podrían agregarse a este resúmen, pero para ahondar  en conocimientos, resultará provechoso para todos, remitirnos a los niveles académico-profesionales a través de las páginas del libro "Las Raíces Totalitarias del Fracaso Argentino" escrito en 2006 por Meir Zylberberg, doctor en economía de nacionalidad polaco, donde se refiere a la caída de la riqueza argentina y afirma que "con la creación del Banco Central, se aruinó la moneda nacional..." .                                                       Y aquí encontramos una perla: la coincidencia de esta afirmación con una de las propuestas del actual presidente. Cuando fue escrito ese libro (hace 17 años) Javier Milei no existía politicamente.

LO UNICO QUE TENEMOS

Ahora la suerte ya está hechada  y la realidad, tan cruda como se nos presenta es lo único que tenemos. No se trata de entregarle un cheque en blanco a Milei, ni tampoco de atacarlo con fines rayanos en el delirio. La situación está decidida, este señor deberá ser presidente durante el tiempo que determina la Ley. Los límites a sus acciones, no están en manos de nadie. Los límites para este presidente -y los que le sucedan- solo los fija la Constitución Nacional.-