TODOS JUNTOS POR EL HAMBRE CERO

 Un tercio de los alimentos producidos para consumo humano a nivel mundial se pierden o se desperdician

(29/09/2021- fuente. Analía Colletti (Dto. CyT-UNQ) En un mundo en el que el número de personas afectadas por el hambre va aumentando

desde 2014  y en el que cada día se pierden o desperdician toneladas de alimentos, es fundamental reducir las pérdidas y desperdicios.

Las pérdidas de alimentos hacen referencia a la disminución de la cantidad o calidad de éstos, como consecuencia de las decisiones y acciones, en las etapas de producción, pos cosecha y procesamientos de la cadena de suministros.

En cambio, los desperdicios hacen mención a la disminución de la cantidad o calidad, como resultado de las decisiones y acciones de los servicios alimentarios y consumidores.

Aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para consumo humano a nivel mundial se pierden o se desperdician, lo que equivale a 1300 millones de toneladas por año.

Más del 40 % de las pérdidas de alimentos se generan durante las etapas de pos cosecha y procesamiento de los países en desarrollo, mientras que en los países industrializados, estas pérdidas predominan en lo que respecta a la venta minorista y el consumo.

 En ambos casos, estas pérdidas están dominadas por las frutas y hortalizas, con la paradoja de constituir el grupo de alimentos que aportan componentes esenciales para una dieta saludable.

Este  2021, ha sido designado como el Año Internacional de las Frutas y Verduras, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de estos productos para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud.

Cuando se pierden o desperdician alimentos, se desaprovechan  todos los recursos que se utilizaron para su producción; agua, tierra, energía, mano de obra y capital.

Además, la  eliminación de los alimentos desperdiciados en vertederos genera el 6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye al cambio climático.

Las pérdidas de alimentos,  también repercuten de forma negativa en la seguridad alimentaria  y colaboran a aumentar su costo económico.

Consejos para convertirte en un héroe #HambreCero y todos juntos, hacer del no desperdicio un estilo de vida:

Pequeñas cantidades: Sirve o come porciones de comida más pequeñas en tu casa y comparte con tus amigos en los restaurantes, en caso de que las porciones sean muy grandes.

Reutiliza tus sobras: Guarda tus sobras para otra comida o utilízalas en un plato diferente.

Compra sólo lo que necesitas: Sé inteligente con tus compras. Realiza una lista de lo que necesitas y procura seguirla. No compres más de lo que puedes consumir.

Deja los prejuicios a un lado: Compra frutas y verduras “feas” o irregulares. Son igual de buenas, sólo un poco diferentes por su grado de madurez.

Revisa tu heladera: Almacena los alimentos a una temperatura entre 1 y 5 ºC para una frescura y una vida útil máximas.

Primero en entrar, primero en salir: Trata de usar productos que habías comprado anteriormente. Mueve los productos más viejos al frente y coloca los más nuevos en la parte posterior de heladeras y alacenas.

Comprende las fechas:Consumir antes de” indica una fecha en la que el alimento es seguro para ser consumido, mientras que “Consumir preferentemente antes de significa que la calidad del alimento es mejor antes de esa fecha, pero sigue siendo seguro para el consumo pasada la misma.

Genera nueva energía: Algunos desperdicios de alimentos pueden ser inevitables, así que ¿por qué no incursionar en el compost casero? Te dará tierra fértil para tus plantas.

Dona el excedente;  Compartir es vivir.

Alcanzar el #HambreCero empieza por vos!