SI A LAS URNAS, NO AL AUTORITARISMO

 (27/08/2021) - Estamos, afortunadamente, en tiempo pre electoral, o sea en pleno ejercicio del sistema democrático. Donde, no obstante el estado de derecho correspondiente,  ocurren  poco entendibles

libertades a presos cumpliendo sentencias firmes. Una insólita amenaza a los jueces que la deben  juzgar, por parte de la vice presidenta. Mentiras comprobadas del Presidente de la República. Ataques con armas de fuego a sede del Poder Judicial. Aparición de grupos armados encapuchados, profiriendo amenazas de muerte a jueces y fiscales. Provocaciones obscenas de un militante en libertad condicional, quitándose  la tobillera de control impuesta por la justicia. Festejados desacatos a las disposiciones judiciales, protagonizados por un ex gremialista, en libertad condicional. Extralimitaciones de una docente militante, en arenga proselitista a sus alumnos de nivel secundario y acciones cotidianas diversas, ajenas a las normas constitucionales.

En esta próxima elección de precandidatos decidiremos a quienes, en la elección general, serán los que portarán las ideas para llevar adelante la administración de la república. Y dado que cuando de ideas se trata, además de las que proponen los precandidatos para el futuro, es oportuno recordar hechos del pasado, extractamos parte de una declaración de la Diputada Nacional quilmeña, Mónica Frade, pronunciada en el mes de junio de 2020.

“...La tendencia conduce a que sectores no desdeñables de la sociedad, asocien a este Gobierno, con un régimen de caracteres autoritarios. Quizá no lo sea enteramente, pero para estar prevenidos y evitar que el Gobierno caiga en la tentación de serlo; recordemos los once  principios que Paul Joseph Goebbels, encargado de la propaganda en la Alemania Nazi; expuso sobre la estrategia comunicacional aplicada en la primera mitad del siglo XX,  para afirmar el nazismo”: 

1. Simplificación del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.                                                                       2. Método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.                                           3. Transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".                                                                             4. Exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.                5. Vulgarización. "Toda propaganda será popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además... tienen gran facilidad para olvidar".                                                                                   6. Orquestación. "Limitar la propaganda a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad". 7. Renovación. Emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público ya esté interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.                                                8. Verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.                                                   9. Silenciar. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.                                           10. Transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.                                               11. Unanimidad. Convencer a mucha gente que “piensa como todo el mundo”.