INTELECTUALES ADVIERTEN SOBRE AUTORITARISMO Y DESCOMPOSICIÓN DEMOCRÁTICA
Los académicos publicaron una carta denunciando “autoritarismo” en el Gobierno y una “descomposición democrática” del país.
(1/07/2021) -El texto lo firman, entre otros, Santiago Kovadloff, Beatríz Sarlo, Juan José Sebreli y Daniel Sabsay, junto a Maximiliano Guerra, el filósofo Miguel Wiñazki, la historiadora
María Saenz Quesada y los periodistas y escritores Marcelo Gioffré y Héctor Guyot.“Si
el kirchnerismo suma nuevas bancas vaciará hasta la última gota de esa
democracia que trabajosamente construimos con el pacto del ‘Nunca Más’ de
1983″, advierten los firmantes del comunicado.
En
una dura carta pública titulada “La democracia
argentina en la encrucijada: neogolpismo o progreso”, los académicos
denunciaron que el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner gestiona
un “programa autoritario” en el que existen “restricción de libertades”,
“violencia estatal” y “manejos opacos”.
Bajo
este contexto, llamaron a la oposición a “deponer las mezquindades y los
personalismos estériles” y “trazar un horizonte de país deseable”, de cara a
las próximas elecciones. “Si el kirchnerismo suma nuevas bancas vaciará hasta
la última gota de esa democracia que trabajosamente construimos con el pacto
del ‘Nunca Más’ de 1983″,
“Un trágico síntoma de la descomposición
democrática que vivimos fueron las severas restricciones de las libertades
fundamentales durante la cuarentena, picos de violencia estatal nunca vistos en
democracia y, muy especialmente, la clausura de la escolaridad que abandonó a
los sectores más vulnerables de la sociedad”, indicaron los firmantes. Y
dijeron: “También, el manejo opaco en la compra de vacunas, con sospechas de un
intento de imposición de ‘socios locales’ bajo los eufemismos de la ‘soberanía
sanitaria’ y la ‘transferencia de tecnología’, dejaron al descubierto la
paradójica ficción de un gobierno que se presentaba como adalid de la vida: hoy
somos uno de los países con más contagios y muertes por habitante del mundo. Y
también somos uno de los países que más pobreza generó mediante el brutal y
precipitado cierre de su economía. La cuarentena hizo un gran aporte al
programa autoritario, dejando a miles de familias completamente subordinadas al
clientelismo y la ‘ayuda’ del Estado”.
Según
los académicos, el kirchnerismo avanza con un programa de gobierno que inició
en las gestiones anteriores, y que apunta a restringir la libertad de prensa y
“colonizar la justicia”.
“En
sus gobiernos previos, el kirchnerismo intentó apropiarse de la prensa,
colonizar la justicia y perpetuarse en el poder mediante la alternancia
familiar. Ese plan fracasó por la resistencia de la sociedad civil, las
sentencias de la Corte Suprema y la derrota electoral que sufrieron en 2015.
Pero en este cuarto mandato, el kirchnerismo volvió a la carga con dispositivos
aún más extremos y de una inusual gravedad institucional: presión sobre jueces
y fiscales, muchos de ellos desplazados de sus cargos, impunidad y liberación
de políticos, empresarios y sindicalistas condenados por varias instancias o
bajo procesos gravísimos por delitos contra el Estado, desmantelamiento
sistemático de las causas por corrupción y la amenaza latente de reducir el
Ministerio Público a una dependencia sujeta al Poder Ejecutivo”.
Al
comunicado adhieren 30 intelectuales, que comparan al gobierno argentino con
las administraciones de Nicaragua y Venezuela, en las que denunciaron que
existe fraude y persecuciones a periodistas y opositores.
“En
Nicaragua, la policía de [el presidente] Daniel Ortega y su mujer, un sistema
matrimonial que se aferra al poder mediante el fraude, arrestó en pocos días a cinco
de los principales líderes de la oposición: los precandidatos presidenciales
Félix Madariaga y Juan Chamorro, el diplomático Arturo Cruz y los periodistas
Cristiana Chamorro y Miguel Mora”, detallan, respecto del gobierno
recientemente cuestionado por la ONU por ejercer la violación de derechos
humanos, una denuncia a la cual el Gobierno no adhirió.
“En
Venezuela, Hugo Chávez se adueñó del Congreso y el Poder Judicial, cerró medios
de prensa, arrestó a opositores, expropió empresas y nombró a su sucesor como
si los venezolanos vivieran en una monarquía hereditaria”, continúa el texto,
en el que también se hace referencia a los “autoritarismos populistas” de
Rusia, Filipinas, Bielorusia y Hungría. “Destruyen la democracia desde adentro,
convirtiendo el gobierno por la mayoría en el gobierno petrificado y hegemónico
de una mayoría”, sentencia el comunicado.
La
carta finaliza con un mensaje a los referentes de la oposición; “La oposición
debe deponer las mezquindades y los personalismos estériles. Pero también debe
trazar con firmeza un horizonte de país deseable: una democracia liberal e
inclusiva, con propiedad privada, con respeto de las minorías y los derechos
individuales, con educación y salud públicas de excelencia, con seguridad en el
espacio público, con trabajo, con inversión, innovación y apertura al mundo. Un
país que recupere la capacidad de entusiasmar, en el cual la juventud no elija
irse. Urge dotar a la Argentina de una segunda piel republicana, para lo cual
la elección debe imponer la cesantía del plan autoritario.
Sebreli
y Gioffré publicaron, además, un escrito paralelo al comunicado en el cual
participaron. Bajo el título “Un texto coral que enciende las alarmas de la
democracia”, los intelectuales afirman que les resulta “indispensable dar
señales de alarma”, y advierten que la Argentina atraviesa una “etapa
embrionaria de un plan de más vastos alcances, cuyo desenlace podría ser
trágico. La primera señal es que los autoritarismos han mutado hasta el punto
insólito de presentarse como los grandes contradictores de aquellas viejas
dictaduras de las que, sin embargo, son paradójicos hijos putativos. La
segunda: del mismo modo que los estafadores consiguen su cometido después de
ganarse la confianza de la víctima a la que van a timar, estos nuevos
autoritarismos populistas ahora no producen acciones armadas sino que parasitan
el sistema democrático hasta desvirtuarlo y pulverizarlo. La irrupción de una
serie de sospechosos indicios nos permite inferir, rastreando paralelismos, que
estamos en la etapa embrionaria de un plan de más vastos alcances, cuyo
desenlace podría ser
trágico”.
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