EL PARLAMENTARISMO QUE NOS FALTA
Por el doctor Ricardo J. Cornaglia.
(25/06/2018- Nota editorial de la Revista del Instituto de Estudios Legislativos (IDEL) de la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA). No. 20, -20/06/2018- www: ladefensa.com.ar) - El debate que tuvo lugar con motivo del
proyecto de ley de despenalización del aborto en la Cámara de Diputados de la
Nación, cruzó a las distintas fuerzas polÃticas conmovidas por la toma de
posición enfrentada de sus integrantes, demostrando que los temas esenciales, los
propios de los derechos fundamentales, se encuentran por encima de las
confusas ideologÃas de las partidocracias obedientes.
Puso a
los legisladores a la altura de su cometido, ayudados por el Poder Ejecutivo,
que sólo dejó de entrever su propia posición, sin demostrar vocación de
imponerla y reconociendo que para bien de todos, la solución legislativa
intentable, debe ser resuelta por los representantes del pueblo, en la
asamblea institucional democrática que puede admitir a la diversidad.
Si el
ejecutivo se dedica con humildad, a la pesada carga de su gestión y abandona el
ejercicio abusivo del poder de iniciativa en busca de leyes mágicas, que
resuelvan los problemas de administración, de su estricta competencia y
responsabilidad operativa, mejorará sensiblemente la calidad institucional.
Tendrá la
oportunidad de demostrar si gobierna para el cambio o solo lo promete y en realidad supervive en la crisis, cumpliendo mal su estricta función republicana; administrar.
oportunidad de demostrar si gobierna para el cambio o solo lo promete y en realidad supervive en la crisis, cumpliendo mal su estricta función republicana; administrar.
Podrá el
Presidente aventar la sospecha a la que llevan dos años y medio de gestión en
los que la promesa de cambio en la administración, puede exhibir pocos logros y
de los alcanzados, no todos pueden escapar al tilde del gatopardismo.
El debate
parlamentario, sin riendas partidocráticas, comprobó que el pluralismo brinda a
la democracia las herramientas que esta necesita en los grandes temas que la
sociedad enfrenta.
La
República agradecida, pese a las paradojas de la historia.
La ley
votada contradice la propia posición conservadora del Presidente, en relación a
la despenalización, tÃmidamente esgrimida por este, que tuvo el rasgo de
humildad, de permitir sin tapujos a su hueste, el voto a conciencia, en un tema
que bien lo merecÃa.
El único
bloque importante, que no exhibió diversidades de
conciencias, respondio a la administración anterior, cuando por más de una década, contando con mayorÃa absoluta en las cámaras, nunca permitió el ingreso al debate legislativo del tema y todo indicaba que, si resultaba tan cercano al Papado actual, tendrÃa que haberse posicionado a favor de la penalización.
conciencias, respondio a la administración anterior, cuando por más de una década, contando con mayorÃa absoluta en las cámaras, nunca permitió el ingreso al debate legislativo del tema y todo indicaba que, si resultaba tan cercano al Papado actual, tendrÃa que haberse posicionado a favor de la penalización.
Reconozcamos
todos que la cuestión abordada, de salud pública, hace a la vida y a la muerte.
No puede ser considerada de fácil solución pese a la urgencia de la necesidad
de su trato. Y el dejar de tomar medidas, o el adoptarlas para cambiar el estado de
cosas, no deja de tener que soportar los costos, que esas medidas llevan
implÃcitos.
Para
poder enfrentar la cuestión, decidimos volver a las fuentes
que consideramos magistrales, procediendo a releer al penalista que nos resulta más querido y significativo para nuestra generación. Al que la vida polÃtica republicana, llevó a la condición de exiliado, superviviendo al millón de muertos de la guerra civil española. Refugiado en la Argentina para honra de ésta.
que consideramos magistrales, procediendo a releer al penalista que nos resulta más querido y significativo para nuestra generación. Al que la vida polÃtica republicana, llevó a la condición de exiliado, superviviendo al millón de muertos de la guerra civil española. Refugiado en la Argentina para honra de ésta.
Luis
Jimenez de Azúa, el presidente de la República española en el exilio, dio a
conocer en 1942 en la ciudad de Buenos Aires, donde recalara, esa obra que
sacude las entrañas de los estudiosos, que tituló “Libertad de amar y derecho
de morir”, publicada por la editorial Losada.
El TÃtulo
Cuarto de ese libro lacerante, “La paternidad y la maternidad conscientes”,
dedica su capÃtulo D, a “El Aborto”, (páginas 319 a 395) y sirve al
análisis acabado del derecho y legislación comparada y la nacional, de su
época. Y lo lleva en definitiva en lÃneas generales, a las mismas proposiciones
personales alcanzadas (con variantes de poca significación), a las sancionadas
por la Cámara de Diputados. Ocho décadas tardamos en entenderlo y asimilarlo.
Sin
embargo, la cuestión no quedó saldada (ni siquiera legislativamente) y merece
una continuación que demuestre que el Senado está en condiciones de comportarse
a la altura de lo hecho en la llamada Cámara baja.
Si no
quedó saldada, por lo menos quedó momentáneamente soldada. Resta ver si se la
pone a prueba con la abstención ante la duda.
Ninguna
institución Argentina debió quedar al margen de la construcción en la
diversidad cuando los derechos humanos están puestos a prueba.
Pero no fue asà en esta ocasión, en la que la
Cámara de Diputados supo dar un ejemplo de una práctica a seguir.
En el
seno del Instituto de Estudios Legislativos de la Federación Argentina de
Colegios de Abogados, la cuestión fue encarada informalmente. La falta de
formalidad no indica despreocupación y en cuanto a la creación de doctrina,
suele ser tan útil, como en otros casos lo es el formalismo.
El tema
no pudo ser agotado y si bien en la última reunión de su Mesa Directiva,
resultó claro que una mayorÃa de los miembros se demostró favorable a la
despenalización, también se hizo notar que una minorÃa estuvo en contra y un
sector omitió expedirse. Cada uno tuvo la oportunidad de expedirse y el que
encontró prudente hacerlo lo hizo. Pero lo cuestión no llegó al punto de
madurar en un dictamen. Ni la entidad madre requirió el dictamen, ni de oficio
el Instituto pudo completar un cometido que merece un tratamiento prolijo.
Como los
juristas elegidos para integrar el IDEL por la abogacÃa organizada gremialmente
en la F.A.C.A., no se creen dueños de la verdad, la lógica es que busquen en
toda la abogacÃa las certezas que les pueden seguir siendo necesarias.
Cualquiera sea el resultado de lo que se logre hacer en el Congreso finalmente,
(con ley sancionada o no), es lógico que el tema llegue a la próxima
Conferencia Nacional de Abogados. El evento está siendo organizado para
llevarse a cabo en abril del 2019, actuando el IDEL como su organizador
académico, función que debe sostenerse en el activismo de sus distintas
Secciones y en particular en el del Colegio de Abogados de La
Plata, anfitrión que se ofrece para recibirla y que necesita del apoyo de
todos los miembros de la Federación. Tendrá también que estar presente en la
Jornadas Nacionales preparatorias de esa Conferencia, que tendrán lugar
convocadas por el Colegio de Abogados de Córdoba si se cumple lo programado en
el mes de noviembre de este año en curso.
Esta
prudencia que nos viene acompañando, que en este caso no puede ser exhibida
como una virtud, tuvo lugar cuando una marea humana, manifestándose unos
a favor y otros en contra de la despenalización parcial de este tipo
delictivo, ganó las calles (sin violencia por fortuna) y como expresión de
masas, en una sociedad sensible a ello, con los peligros que implica.
¿Estaremos
todos aprendiendo por fin, a partir del sufrimiento?
Para
la ley que todavÃa nos falta, y la jurisprudencia que deberá aplicarla y
controlarla constitucionalmente, nuestro compromiso y las posiciones que lo
expresen, resultan necesarios.
Una
defensa siempre necesaria y mucho más útil, cuando el poder ejecutivo
administra, el legislativo construye el orden jurÃdico como expresión normativa
y racional de la democracia y el poder judicial aplica el complejo normativo
alcanzando la justicia posible. Todos sin declamar sobre las funciones de los
otros y haciéndose cargo de las suyas.
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