VIDAS DE PERROS



(23/07/2016)- Zoonosis: Enfermedad o infección que se da en los animales y que es transmisible a las personas.
Esta definición del diccionario engloba a todos los animales y entre ellos a los perros.
Valga esta introducción para abordar con sensatez el espinoso tema que se está dando en el microcentro de Bernal, con la proliferación de perros sin hogar que comparten veredas, galerías, entradas a comercios y otros lugares de reparo para pasar el invierno.
A estas condiciones edilicias, se les suma la especial y particular atención de determinadas personas que con humanitarios sentimientos, atienden rigurosamente el apetito de los animales.
 Los perros que habitan la parte céntrica de nuestra ciudad, lejos están de poder ser llamados “vagabundos”. Ellos no vagan; tienen techos, calefacción, son auxiliados con particulares casitas improvisadas con cajas de cartón  forradas en  plástico por si llueve, y también “colchoncitos” para sus cómodos sueños.
Manos bondadosas les sirven agua y comida diariamente en recipientes dignos, pero eso sí, toda esa atención;  muy lejos de las puertas donde viven esas manos bondadosas.   
Zoonosis es también la dependencia municipal que debe ocuparse de evitar que se enfermen los animales y por ende que contagien a las personas, Esa acción comprende medidas sanitarias para ambos seres.  Y estas medidas a su vez comprenden la adecuación de lugares para esos animales sin hogar y las condiciones mínimas de higiene de la vía pública para las personas.
Más allá de que haya quienes gusten de sentarse a una mesa rodeada de perros, hay quienes no lo hacen por eso mismo y, si de derechos se tratara, no es pensable que en una zona céntrica, en los mismos lugares donde los humanos  transitan, trabajan, comen o simplemente permanecen, los perros hagan sus necesidades fisiológicas.  
Por último, no he localizado hasta ahora, a ninguna de esas  manos bondadosas, que junten las “necesidades” que dejan los perros que ellas alimentan. Norberto Giallombardo