Llevando la luz del saber...
LA BIBLIOTECA MORENO
CUMPLIO OCHENTA AÑOS
Ayer. . . el
21 de agosto de 1932, un grupo de trabajadores y estudiantes bernalenses,
firmaron un histórico documento que habrá de perdurar por siempre en las
entrañas culturales de nuestra ciudad, el acta de fundación de la Biblioteca Popular Mariano Moreno.
Ese documento,
ya convertido en indiscutible Ícono histórico cultural contiene como propósito
central “LLEVAR LA LUZ DEL SABER A TODOS
LOS AMBITOS DEL PUEBLO...”
Y fue el punto
de partida de una patriada que, en un reducido lugar (Belgrano 424) acercaba en
torno al común denominador del saber a un vecindario ávido de lecturas y
esperanzas, guiados por limpias ambiciones de satisfacer necesidades educativas
y culturales, ya atrasadas en nuestro Bernal y en el país todo. Prominente
inicio con 200 libros y una máquina de escribir mecánica. Los años que
siguieron, siempre difíciles para la historia y los hombres de la Argentina, no
amedrentaron a sus fundadores y primeros sostenedores, de los cuales solo queda
uno de aquellos jóvenes, don Rafael Gueze,
que con sus cien años cumplidos es el valioso testigo viviente de la
epopeya cultural del ´’32.
Llegó el
primer cuarto de siglo de existencia de la Biblioteca Moreno” y con el, un nuevo impulso, tan histórico y
trascendental como el de su fundación. En el año 1958, además de haberse
alcanzado los 2.500 libros, una nueva generación decidió avanzar hacia lo que
sería el Programa Modelo de la
Biblioteca y Complejo Cultural Mariano Moreno. Y lo particular de esta
transformación fue que en ella participaron y dieron fuerza, aquellos que desde
los orígenes sostenían los valores culturales; hombres de la talla de Esteban
Tomero, personalidad de liderazgo institucionalizado, con una capacidad
especial y enciclopédica, con sus legendarias clases de caligrafía, dotes de fortaleza sin desmayos y orientación
para la lectura. Junto a él enaltecía la acción otro invalorable cultor de la
docencia y el arte, don José Eduardo Pardo, creador del pequeño gran proyecto
de dibujo y pintura infantil, al mismo tiempo en que fuera Director de la
Escuela Municipal de Bellas Artes “Carlos Morel” (EMBA). También la práctica
intensiva del ajedrez, con los Dodero,
familia de campeones en ese juego-ciencia, siguió siendo tema y motivo de
importante actividad.En medio de ese intenso clima de cultura popular e independiente, surgieron los primeros esfuerzos para el estudio de la bibliotecología y ciencias afines, que con el tiempo ha ubicado a la Biblioteca Moreno” como centro integrado para un nuevo diseño de otra tónica para las bibliotecas populares argentinas. Para este trascendental paso se llegó hasta las grandes bibliotecas de países avanzados, trabajo arduo, que durante décadas motorizó -y lo sigue haciendo- don Juan Carlos Secondi. Y fue siendo posible la comprensión social de la potencialidad de este tipo de desarrollos culturales y con ello, fue tomando forma la iniciativa de un edificio piloto, realidad que hoy es orgullo de nuestro Bernal y admirada en nuestro país y el exterior.
Con una serie de postulados para que desde todas las edades se asuma la capacidad y el ejercicio sistemático de la proposición, discusión, decantación de valores superiores auténticos, independientes y plenos de contenidos reflexivos y críticos, se establecen actividades para que este producto de la democracia sea el resultado de la educación como proceso evolutivo y permanente que dura toda la vida, asumiendo diversas forma de expresión, información, y comunicación para que con el mas alto nivel de tecnología disponible se pueda acceder objetivamente al conocimiento, desarrollando todas las actividades sin distinción de razas, ideologías ni situaciones económicas o sociales.
Para consolidar tales objetivos democráticos, se fijaron en el Estatuto Social y, el nuevo Proyecto asumió, una serie de postulados y diez grandes objetivos de largo plazo que fueron trazados y seguidos a partir de las Bodas de Plata (1958), mereciendo la publicación de un calificado estudio de investigación social que realizó el Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, con la autoría de sus directoras Dra. María T. Sirvent y Silvia Brusilovsky, titulado “Diagnóstico socio-cultural de la población Bernal-Don Bosco” . Nuestra Bibliioteca Moreno integró la Asociación Internacional de Bibliotecas Públicas Metropolitanas, fue señera en la creación del servicio de extensión con bibliotecas móviles “bibliobús” y se caracteriza por numerosos logros y proyectos tales como la Unidad Biblioteca, prevista para albergar 150.000 libros, de los cuales, los 80.000 actuales se hallan informatizados con el Programa Microisis de la UNESCO. Posee 1500 videos, sala de lectura para 150 lectores. Biblioteca infantil con “la hora de cuento” articulada con el Jardín de Infantes Siete Colores. Un auditorio con cuatrocientas localidades, cuyo nombre honra la memoria de Sara Krell, en homenaje a la primera artista y escritora que iniciara en 1960, la enseñanza y actividad teatral. Una radio FM por convenio cooperativo que es utilizada como práctica por la carrera de comunicación de la Universidad Nacional de Quilmes. Salas de exposiciones. Una cineteca con 500 películas donadas por el Gobierno de Canadá. Un set de TV educativa, (reservado para un gran proyecto a futuro) Salas diversas y espacios para mas de veinte cursos de tecnología cultural y reuniones. La Plaza Cultural “José Eduardo Pardo”que posibilita los mas variados proyectos recreativos infanto juveniles.
La Biblioteca y Complejo Cultural Mariano Moreno es administrada por la Asociación Cultural Mariano Moreno y su proyecto tiende a ser un modelo experimental para integrar la información y la comunicación. Para ello cuenta con un edificio piloto de 4650 m2. en seis plantas, con dos de ellas en subsuelos.
Las circunstancias de su construcción son una rica historia de solidaridad y amor. Ese primer paso constructivo fue una ensoñación grupal donde primaban las normas transparentes de la ética. El hallazgo del mejor predio céntrico de ese momento (Belgrano y 25 de Mayo) fue la primera gran emoción. Eran 1020 m2. ideales e irremplazables. El propietario, un señor de apellido Carballa, no tardó en ceder ante la activa presión de su sobrino, el legendario dirigente de nuestra Biblioteca, Carlos A. Luaces. Luego, el trámite quedó en manos de la doctora Elsa Cernuschi, quién logró que el precio de venta pactado se mantuviera por un año. Entonces sí, un calificado grupo de treinta jóvenes, durante el año 1959, vendieron 1000 bonos comunitarios, a un precio equivalente a cada metro cuadrado del terreno. Esos bonos se pagaron en doce cuotas e incluían sorteos mensuales consistentes en Bonos de la Caja Nacional de Ahorro y Seguro y un premio final que fue un lote en pleno Barrio Parque de Bernal. De allí en mas se sucedieron estudios y programas de necesidades para una población, todavía urbano-industrial, considerada en 150.000 habitantes para Bernal y Don Bosco, sin limitar posibilidades al Partido de Quilmes y municipios vecinos. El año 1965 fue el de la gran luz, mediante un concurso nacional de arquitectura de anteproyectos con un jurado externo integrado por el Ministerio de Educación de la Nación, la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires y la Asociación de Bibliotecarios Graduados de la Republica Argentina, se definió el edificio. Concurso que bajo la denominación Cenital ganó el estudio del arquitecto Jun Manuel Cortizas.
Dada la necesidad de contar con un gran obrador durante ocho años de construcción, los directivos Luaces y Secondi obtuvieron la cesión en préstamo del predio situado frente al edificio, que pertenecía a YPF, institución que finalmente donó a La Biblioteca Moreno esos 990 m2, como reserva verde y destinada a Plaza de esparcimiento físico y urbano.
Ya en condiciones de iniciar la obra, no se pudo lograr la contribución de la Municipalidad de Quilmes y tampoco del Gobierno de la Provincia de Buenos. Sin embargo debe reconocerse que el programa y proyecto de la Biblioteca Moreno fue avalado y declarado de Interés Municipal por Decreto del Intendente Aníbal Fernández en 1992, de Interés Provincial por Ley 11006/90 unánime de la Legislatura y por Decreto, en 1991, del Gobernador Antonio Cafiero y de Interés Nacional por Resolución del Ministro Antonio Salonia en 1991. Como síntesis conceptual positiva es de señalar que como resultado nacional del experimento de la Biblioteca Moreno, durante la democracia, en agosto de 1986, el Congreso de la Nación aprobó en forma unánime la Ley 23351 de Bibliotecas Populares en remplazo y modernizando la Ley 419 (Ley Sarmiento) de 1870, que había quedado congelada durante 116 años.
Mientras el tiempo corría nadie desmayó y con gestiones que duraron siete años, se lograron aportes nacionales e internacionales, manteniendo la institución sus principios de independencia de toda influencia política, religiosa o de índole económica y social.
El aporte de tiempo libre de la comunidad fue medido por solicitud del BID y de la UNESCO, resultando de igual magnitud el aporte externo que el de la propia comunidad en horas-hombre, horas administrativas, profesionales y técnicas donadas durante tres décadas. Dado el éxito del esfuerzo de las diversas autoridades de la Asociación se lograron otros aportes desde la instauración de la democracia, que facilitaron el equipamiento y funcionamiento anual, los que fueron interrumpidos sin aviso previo e incumpliendo la Nación con la Ley de Presupuesto en 1996, durante la mal recordada gestión del Ministro Roque Fernández.
La Comisión Directiva, conducida durante gran parte de ese proceso, por Carlos A. Luaces y Juan C. Secondi, junto a un Comité de Planeamiento repensó el futuro a largo plazo del proyecto con la cooperación de un valioso grupo generacional que trascendió con contribuciones anónimas en muchos casos. Sin embargo y a riesgo de caer en olvidos, hubo un grupo líder que integraron entre otros, Luis H.Pardo, Celia J. de Pardo y Familia, Elsa y Horacio Cernuschi, Jorge Roberto Iglesias, Jorge Prina, Bernardo Pretzsch y familia, las familias Murno, Viola, Moretón, Méndez, Gueze, Calabrese, Krizek, Pedro Costa, Nora Luaces, Clinton Méndez y muchos otros.
Los firmantes del histórico acta de fundación fueron Bartolomé De Gioia, Hector Aznar, Constante Caputo, Rogelio García, Aníbal Castillo, Juan Finck, Luis Cerda, Buenaventura Cerdá, Eduardo Hanu, Roberto Kienast, Carlos Ramos, Ernesto González, Raúl Smoglie y Enrique Smoglie.
Post a Comment