MANO ALZADA PARA BURLAR A LA GILADA
MANO ALZADA PARA BURLAR A LA GILADA
(20/04/2024- por Norberto Giallombardo) – Primero vale recordar que; a aquellos que incurran en faltas a sus deberes de funcionarios públicos o hicieren mal uso de las atribuciones que se les confieren, será la democracia, la que cada dos años les demande.
Sabido es que ésta, nuestra actual generación
de argentinos, padece de un considerable número de “castas”, aquellas a las que
por largo tiempo se las estigmatizaba livianamente como “corporaciones”. Las
que con los años y el costado mentiroso del progreso fueron
creciendo en número y que también supieron perdurar ocultándose bajo los rótulos
de “Organizaciones” “Confederaciones” “Asociaciones” “Cámaras” “Asambleas” “Uniones”,
etc.
Y asà pudo ser, hasta que una
impensada expresión de un impensado presidente, puso de moda la ahora festejada
palabra “casta”.
Salvando las honrosas excepciones
que nobleza obliga, veamos los hechos recientes ocurridos en la Honorable
Cámara de Senadores de la Nación. Allà pudo verse que la “casta polÃtica” lejos
de reducirse, aumentó, como si fuese contagiosa.
El denodado esfuerzo de
algunos legisladores por intentar despegarse del vergonzoso episodio, solo
sirvió (y es de esperar que sirva por siempre) para que nadie creyera en sus palabras. Todos, sin
excepción le fallaron a sus votantes, se contagiaron. Actuaron como auténtica
casta burlándose del resto.
Desde la señora Vicepresidenta
que se escudó en su “yo no soy Senadora”, pero estuvo presente en la reunión
preparatoria y no utilizó la posibilidad legal de no presidir esa Sesión de la
Cámara, hasta los honorables Senadores que se rasgaron las investiduras enfatizando
ante los medios, su oposición al aumento salarial -acordado sin mencionarlo- pero lo convalidaron
con su asistencia pasiva. No faltando quién lo gritara ante las cámaras de la
prensa, pero no abrió la boca cuando tuvo la oportunidad constitucional de
hacerlo en su Honorable Cámara. Tampoco faltó quien pretendiera pasar
desapercibido, consagrándose como el creador de “el voto a mano escondida”.
Mientras que aquellos que no vacilaron en mostrarse, levantando airosamente sus
manos, optaron por un “mutis por foro”.
Si algo faltara en el
tratamiento de la Resolución 615 que duró 50 segundos, está la denuncia periodÃstica
que mostró, congelando la imagen, que las manos levantadas no habrÃan llegado a
ser los dos tercios de los presentes, que fueron convalidados dos veces en dos
votaciones, en menos de 44 segundos.
Por último, lo que ha quedado
de todo esto, es una vergüenza nacional más. Dejando para otro tratamiento, el monto
del aumento de las dietas, el dolor pasa por la falsedad de la mano alzada
para burlar a la gilada.
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