EL 56 % LE DIJO NO AL KIRCHNERISMO
EL 56 % LE DIJO NO AL KIRCHNERISMO
por Norberto Giallombardo
(26/11/2023) - Ante las numerosas informaciones dadas por ciertas y luego desmentidas, nombramientos que quedaron en la nada, anticipos que aun están en el aire y un sin fin de "dimes y diretes" que circulan desde que Javier Milei ganó el balotaje, resulta interesante volver a los dÃas anteriores al pronunciamiento popular.
En estas mismas páginas, dejamos escrito que se trataba de una disyuntiva entre, seguir aceptando las mentiras de la corrupción kirchnerista o dar un salto al vacÃo. La ciudadania optó por lo último, lo hizo por un abultado márgen (56%). Y en eso estamos.
Desde el histórico salto del 19 de noviembre, nadie pudo prever qué circunstancias rodearÃan al armado del nuevo equipo de gobierno, no obstante coincidencias en que no serÃa tarea fácil hacerlo, como tampoco será fácil gobernar.
Pero la mayorÃa de la ciudadanÃa decidió "saltar" como una forma de salir de un letargo de relatos intencionados, mentiras, robos al patrimonio de todos e incontables delitos que siguen sumando detenidos.
Y mientras la historia nos manda a vivir esta realidad de hoy, donde la convivencia democrática obliga a aceptar el mandato popular, también podrÃa ser edificante aceptar algunas circunstancias en las adhesiones, participaciones y acuerdos de distintos sectores del pensamiento polÃtico, en apoyo del nuevo gobierno que nos representará los próximos cuatro años.
Un gobierno que lleva a la cabeza la figura del controvertido candidato sin pasado polÃtico, que asombró por su audacia desde el principio de su campaña, que despertó adhesiones populares inmediatas y, por qué no decirlo, hasta recibió apoyos logÃsticos por parte del propio oficialismo, en una operación pensada en utilizar su inédita aparición para atomizar a otras fuerzas opositoras. Resultando al final, ese mismo oficialismo que se creyó omnipotente, el único gran derrotado en las urnas por este señor presidente electo, que no ha mentido, no ha robado ni ha hecho oÃdos sordos a la corrupción. -
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