FALLECIÓ LA ESCRITORA Y ARTISTA PLÁSTICA SONIA OTAMENDI

 Por Pedro Navarro. El día gris en Quilmes acompaña esa tristeza entre tantos amigos y amigas que dejó por estos lares la artista plástica y escritora Sonia Otamendi quien falleció este jueves 18 de agosto. Apenas corrió la noticia por las redes sociales, llueven los comentarios y recuerdos de tantas personas que la conocieron y reflejan momentos, historias o años vividos junto a ella. Se fue una persona muy valiosa y querida. Hoy la cultura de Quilmes vuelve a estar de luto.

"Dibujé siempre, desde muy niña. Y pinto y escribo desde la adolescencia. Empecé muchas cosas. Terminé pocas. No hice nada académico. Soy autodidacta en la plástica, si bien hice algunos años de taller con Urruchúa, sus últimos años. En el '74, creo, hasta el '76 que murió. La Agenda del Sur la hacen los colaboradores. Yo lo único que hago es juntar. La hacen ellos, los que escriben que son muy valiosos.". Así iniciaba Sonia un relato de parte de su vida en un reportaje radial que puede leerse y escucharse en: http://retratosenlaciudad.blogspot.com/2015/01/sonia-otamendi-artista-plastica.html

Además de realizar trabajos en cerámica pintó y escribió. Tuvo la feliz idea de, en años donde las redes no existían o no tienen la importancia de estos días, de crear una agenda cultural donde se reflejaba toda la actividad artística de la región y donde, luego, había muchos quilmeños que colaboraban con sus trabajos literarios.

Racú

En el mismo reportaje que citamos, habla sobre el racú, una técnica de elaboración de cerámica. Dijo Sonia "yo comencé a hacer cerámica en los '70, con Miguel García Remoí, en su taller. El trabajaba sin torno. Con mi hermana, Nanina, que también era ceramista, hicimos un horno de leña. La cerámica se trabaja la pasta, se deja secar y luego se le da una cocción que se llama cochura o bizcocho. El horno se lleva a 900°. Después de eso se le ponen esmaltes. Si se trabaja con pigmento se puede hacer en crudo, no precisa otra horneada, pero con el esmalte sí. El racú es distinto. Se hace con un horno especial. Se usa chamote que es la arcilla a la que se le agregan piezas de arcilla trituras. Quedan como piedritas. También se le puede poner arena, pero se corre el riesgo de que se cristaliza si nos pasamos de la temperatura adecuada. Eso se esmalta. Pero siempre es una sorpresa el racú, pues ocurren cosas dentro del misterio del horno. Es una sorpresa ver las piezas cuando se abre el horno, suceden las cosas más inverosímiles. 

Multifacética.

Sonia Otamendi participó de numerosos encuentros culturales. Sus obras marcaron un estilo y se apreciaron en exposiciones. Organizó y participó de gran cantidad de actividades y en cada lugar dejó su marca de una "artista autodidacta" que sobresalió pero especialmente el sello de una gran persona.

Se fue una destacada y querida artista quilmeña.

Enviamos nuestros respeto y condolencias a sus familiares y amigos y amigas.