RECICLAR EL PLÁSTICO
Un camino posible e ineludible
(25/06/2021) - Ocho millones de toneladas de plásticos acaban en los océanos cada año. De seguir así en 2050 los océanos albergarán más kilos de plástico que de peces. El problema del
plástico no es ese material en sí, sino la irresponsabilidad de los seres humanos cuando se usa una vez y no se recicla. Adoptar plástico reciclado reducirá en un 72% la huella de carbono, evitará la extracción de más de 3.000 toneladas de petróleo crudo y la emisión a la atmósfera de más de 4.500 toneladas de CO2Cada minuto se
compran un millón de botellas de plástico en el mundo. Según la Fundación Aquae
; una botella de plástico PET puede
tardar unos 1.000 años en degradarse
. El rPET o plástico reciclado de
las botellas de uso alimentario le ahorra al planeta esos mil años de trabajo y
es una vía para no extenuar aún más el uso de materias primas.
En la Cumbre
de Nairobi (2019) los países se comprometieron a una ‘reducción significativa’
de los productos plásticos de un solo uso para el año 2030 y a buscar
alternativas sostenibles y circulares.
La Unión Europea
determina que en 2025, el 25 % del
plástico de las botellas tendrá que ser de plástico de varios usos, el ya
conocido como PET reciclado o rPET.
Para 2030 el
objetivo será el 30%. Un margen generoso que da tiempo a las empresas para
adaptarse, pero alarga la agonía del planeta.
En el marco
del Proyecto Origen, en Cabreiroá (España) se anuncia que a finales de 2021 el
100% de sus envases serán circulares. Se están adelantando varios años a los
plazos marcados por las autoridades europeas para la utilización de plásticos reciclados;
Economía circular de las tres ‘erres’
Reducir, reciclar y reutilizar. Son las “RRR” de la circularidad en las materias primas.
Según un informe de Naciones Unidas una economía circular podría reducir entre
un 80 y un 99% los desechos industriales y entre un 79 y un 99% de sus
emisiones.
El plástico se reinventa
El plástico
tarda mucho más en descomponerse que otros materiales, pero también es más
ligero que sus alternativas a la hora de producir envases. Su huella de carbono
durante su ciclo de vida es menor. Lo importante es aprovechar sus ventajas y
eliminar el problema de los residuos usando plásticos reciclados, que son
completamente seguros para uso alimentario.
Solo queda un
pequeño gran contratiempo: el plástico nuevo es más barato que el reciclado, ya
que paradójicamente éste requiere más etapas para su elaboración. El consumidor
que apuesta por la circularidad se ve en la disyuntiva de pagar un poco más por
algo sostenible o ahorrar. Por suerte
también hay una sensibilidad creciente entre los ciudadanos a la hora de
valorar qué impacto tienen sus objetos cotidianos en la sostenibilidad del
planeta y no solo cuánto le cuestan en el bolsillo”.
En España, se ha lanzado recientemente un envase de
cartón con una bolsa de ocho litros de agua y un pequeño grifo para uso
doméstico; el cartón es 100% reciclable
y la bolsa interior lleva un 60% menos de plástico que un bidón convencional. A
la hora de reciclar, la bolsa y el grifo van a un contenedor y la caja a otro.
El aluminio
también se suma a la familia de los nuevos envases responsables. Este material
es infinitamente reciclable, ligero y resistente. Y es poco habitual en la
hostelería. Se abre con tapón corona también reciclable
. La gran
cuestión es educar al ciudadano para que ningún envase se quede fuera del
circuito. Afortunadamente vamos en la dirección correcta y cada año se recicla
más. A nadie le debe extrañar tener varios contenedores en casa: el de la
basura general, la orgánica, el de papel, el de plásticos… La vida del planeta
depende de esta decisión y de actuar ya”.
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