FRANCISCO “pancho” AQUINO


Su Fallecimiento

(25/05/2021)) A la edad de 82 años, falleció el escritor,  poeta y particular cultor de los aforismos, Francisco

“Pancho” Aquino, que presentó su primer  libro “Añoro” cuando tenía  53 años.   De allí en más, llevó su creatividad de auténtico autodidacta por todos los ámbitos de nuestro país y el extranjero, dejando más de cincuenta títulos y 80 ediciones. Muchas de sus obras fueron traducidas al portugués, inglés, francés, italiano, quechua y guaraní. Habiendo vendido más de medio millón de libros de su autoría.  

Recibió numerosos premios nacionales, provinciales y Municipales y participó en casi todas las ferias de libros.

Llevan su nombre las Bibliotecas del Jardín Municipal Nro. 12 de Florencio Varela, la del Jardín Angel Custodio de Ránelagh,  la de la Escuela 25 de Mayo de Justiniano Pose-Córdoba y el Parque Infantil de la localidad de Angélica –Santa Fe- fue bautizado con el nombre de “Don Pancho Aquino”

Nacido en Berisso, Provincia de Buenos Aires, su infancia trascurrió en ámbitos de pobreza extrema y tiempos difíciles de nuestra historia. Vivencias que inmortalizó sintetizándolas  en uno de sus más celebrados aforismos “que lindo es andar descalzo, cuando tenés  zapatos”.  

Desde su adolescencia, la vida lo llevó a sostenerse  y ayudar a su madre, con duros trabajos, dejando como prueba de su extrema sensibilidad, exhibida entre sus premios y recuerdos, una pala de la antigua  marca “FOX” que había utilizado en su primer oficio de pocero.

 Los años lo forjaron y  de ellos supo extraer la sabiduría que lo llevó, primero a convertirse en técnico maderero, una especialidad que pocos logran, que es la de saber seleccionar los árboles que deben se talados para convertirse en materia prima de la industria maderera. Esa especialidad le permitió progresar económicamente y tener tiempo para desarrollar su impronta literaria nata, con el apoyo de  Liliana, su compañera de la vida.

 Radicado en la que hizo su patria chica, Florencio Varela, junto a su labor literaria, formó una de las más numerosas colecciones de llaveros  y  se destacó como excelente pescador, pasión que lo llevó a fundar el Club de Pesca y Caza de Florencio Varela.  También vivió  ligado a Berazategui y Quilmes, donde fue precursor de los murales urbanos, que hizo pintar por el artista  Nicolás “nico” Sánchez, en las paredes de la recordada  “maderera Barale”  de la avenida Andrés Baranda y San Luis.  

Este reconocimiento a  su vida, no puede finalizar sin citar el recuerdo que guardamos quienes fuimos sus amigos; la gorrita de visera que Pancho mandó a confeccionar para el día que despedimos el siglo XX en el quincho de su casa, junto a quienes integrábamos aquel  grupo de las cenas mensuales, con Juan Carlos Lombán, Ludovico Pérez, Norma Cistaro,  Blanca Cotta, Ana María De Mena,  Miguel Angel Morelli, Vicente Lentini y Alberto Botindari, entre otros.  NORBERTO GIALLOMBARDO