"YO NO ME FUI DE MI BARRIO, ME LO ROBARON"


(11/02/2020 – CARTA DE LECTOR) -Como lo expresara la gran Eladia Blázquez, "Nací en un barrio donde el lujo era un albur". Barrio de tanos, gallegos, polacos, checos, algunos criollos (los menos), todos de origen humilde pero con ansias de superarse, no sólo ellos, sino su comunidad, la que habitaban a diario.
 En ese entonces estaba de manifiesto la verdadera solidaridad, la de los vecinos que arrimaban su pala para hacer un pastón, la del que te daba los plantines para tu quinta, la de la vecina que cuidaba tus hijos cuando algún problema entraba en tu casa, la del almacenero que te fiaba hasta que cobraras tu sueldo, la del maestro que con sus pobres sueldos jamás dejaba su puesto, la del policía que respetabas porque sabías que te cuidaba, la de no tener la idea de quien era Juez, pues la Justicia nos amparaba, la de los cobradores de las Empresas públicas que nos visitaban con su carterita bajo el brazo y sin custodia.




Esos vecinos, gente de "otra madera" y sin la lluvia de ningún subsidio; ni por falta de trabajo, ni por embarazos, ni para darle de comer a los chicos, ni formando piquetes.  Esos vecinos hicieron lindo a mi barrio. Se olvidaron del aguatero (Don Martín) y trajeron
con sus pesitos el agua corriente, luego lograron tener el gas y las cloacas y al final el pavimento. ¡Qué alegría verlos por las tardes sentados en las puertas de sus casas, al lado de sus jardines sin rejas, disfrutando su vida mejor, sin que su conversación se basara sobre la corrupción política, las drogas o la violencia juvenil.
Ahora lo quiero citar al gran Aníbal Troilo en su Nocturno a mi Barrio: "Alguien dice que yo me fui de mi barrio ...". No, yo no me fui, me lo robaron. ¿cómo pasó esto?




Hoy los vecinos no se saludan, cada cual hace lo que quiere sin importarle un comino los de al lado. Música a todo volumen,  perros insoportables, veredas sucias jamás barridas, botellas tiradas a montones. Y los servicios?  Agua corriente "quieta", pues para que suba a nuestros tanques dependemos de un motor que la mueva.  Servicio pésimo de recolección de basura, pavimentos rotos y/o mal reparados, robos de tapas de cloacas, maestros sindicalizados bajo la batuta de impresentables gremialistas sin olor a tiza, policías con quienes no queremos compartir la vereda, desaparición de los cobradores y pulular de camiones blindados hasta  para llevar la recaudación de una heladería.
Si busco una explicación -íntimamente la tengo- debo remitirme a la frase del gran Domingo Faustino Sarmiento: "TODOS LOS PROBLEMAS SON PROBLEMAS DE EDUCACIÓN”. Nos ha copado la ignorancia y nos hemos callado la boca. Estamos prisioneros de un sistema perverso que nos somete gracias a nuestra mansedumbre. Mansedumbre que nos quita la libertad de vivir felices, superándonos a diario. Difícil tarea nos espera si no volvemos a implantar en nuestra mente y corazones el espíritu de progreso de "aquella madera".  Y vuelvo sobre el tema con la frase de Don José de San Martín: "SOLO LA EDUCACIÓN OS HARÁ LIBRES".
 Quiero terminar estas disquisiciones mías con parte de una canción del gran Horacio Guaraní: "Muchachos hagamos oír la campana de la Escuela, que aunque la fábrica duela y amenacen las tormentas, el hombre se queda al margen de todas las inclemencias, si apela a la simple ciencia de superarse y luchar." JOSE  OSVALDO GUERRA(vecino de Bernal)