LARGARON LAS CAMPAÑAS; UNOS POR EL TALON DE AQUILES Y OTROS POR JUNTARSE


(31/01/2019) - La noticia de que en nuestra provincia no habrá
desdoblamiento de elecciones, ha marcado el inicio de la plena actividad preelectoral, que hasta ahora se mantenía “en las gateras” presa de un tenso clima “a la espera de lo que venga de arriba”. Estos términos encomillados, son la fiel reproducción de palabras escuchadas en corrillos de segundas líneas y en ausencia de varios líderes locales que, como es sabido, durante enero tomaron vacaciones.



La coincidencia de esta definición (llegada desde arriba) y la entrada al nuevo mes, sirvió para que de inmediato surjan las primeras expectativas de uno y otro lado del abanico político quilmeño, que comenzó a producir  moderados vientos, que todavía no llegan más allá de las expresiones de deseos, pero no obstante ese abanico se mueve, que no es poco.
 Así, si miramos cuando el viento sopla hacia el oficialismo, vemos que las velas que lo alumbran tuercen su luz hacia la
esperanza de la valiosa mano  de la “Diosa Maru” la de la imagen brillante, que no será la del Dios del futbol, pero vale.
 Al mismo tiempo, esto no  hace desaparecer el lado oscuro de la gestión, ese que sigue acumulando basurales en cada esquina, no se barre ni se limpia en tiempo y forma y sigue, después de más de tres años, sin aumentar los contenedores, dejando que no cambie el fétido panorama que se arrastra desde gestiones anteriores y que fuera uno de los puntos salientes de la esperanza popular cuando se decidió  por un cambio, que en lo que a la higiene y salubridad pública respecta, no cambia.
Tampoco faltan entusiastas que manejan datos de una posible mutación inmediata -porque el almanaque apremia-
 y anticipan audaces acciones sobre el tan temido GIERSU, ese lugar  señalado como “el aguantadero” al que ninguno de los varios funcionarios designados pudo entrar.  Si esto ocurriera a cortísimo plazo y si el resultado fuera una rápida, pero sostenida regularización de esos Servicios Públicos, podría esperarse alguna recuperación de puntos, donde “M.M.” tiene su inocultable talón de Aquiles.

Y en el otro lado del abanico político local, cuando la leve brisa que produce el moderado movimiento, permite dar una primera mirada, ya pueden verse y  oírse corrillos que bregan por la ilusión de la mas amplia unidad, porque bien aprendido lo tienen aquello de “unidos venceremos, desparramados...”. NORBERTO GIALLOMBARDO