LO DE TECHINT EN LA COSTA BERNALENSE NO ES NUEVO

Por Hugo Murno, (especial para el Periódico BERNAL.ES) (10/07/2014)- Días atrás, el lunes 7 de julio de 2014, en la página 41 de la edición del diario Clarín, de Buenos Aires, una "nota de color" historiaba el surgimiento del viejo Puerto Madero, como puerto y no como barrio "pituco" en que devino después, gracias a tejes y manejes del Menemato & Cía. Esto viene a cuento para emparentarlo con el negociado escandaloso que Techint viene empeñándose en realizar en la zona costera del Río de la Plata, entre las localidades de Sarandí-Villa Dominico y Bernal, algo que se remonta a los años setenta. Lo de Puerto Madero lo podemos resumir en pocas líneas y remitir a la lectura de la nota mencionada: Después de la imposición de Buenos Aires como Capital Federal de la República Argentina, en 1880, se avanzó sobre el proyecto de dotar de un puerto como la gente a la ciudad porteña. Hubo dos proyectos; uno del ingeniero Luis M. Huergo y otro del comerciante Eduardo Madero, sobrino del vicepresidente de entonces Francisco Madero. Presidía el país el general Julio Argentino Roca. Ganó el proyecto de Madero... El puerto se construyó en poco menos de dos años con un préstamo de la famosa Banca Baring (sí, la inglesa del histórico préstamo al gobierno del primer presidente, don Bernardino Rivadavia) Todo estuvo listo y de a poco se fue ampliando, hasta que en 1914 el Puerto Madero resultó chico, obsoleto, y no dio para más. Y hubo que hacer uno nuevo. Justamente el llamado Puerto Nuevo, proyecto del antes ninguneado ingeniero Huergo. El viejo Puerto Madero se fue convirtiendo de a poco en una ruina, hasta que en los 90, Carlos Menem y Carlos Grosso mediante, se lo reconvirtió en lo que es hoy: un gran lavadero. Perdón, un sector elegante de la ciudad. Elegante y carísimo, en el que importantísimos inversores internacionales y nacionales hacen pingues negocios y otros hacen otras cosas. Como se dijo, surge allá por 1979, el proyecto de la Organización Techint, la que con fecha de Enero-Febrero-Marzo, dedica su Boletín Informativo N° 213 a tres grandes temas: El cinturón Ecológico del Gran Buenos Aires; El euromercado en el sistema dinerario internacional; y Anexos Estadísticos. El primero es el que nos interesa en particular, porque incluye el megaproyecto "ecológico-especulativo-inmobiliario" que afecta en buena medida a Bernal y a los bernalenses (salvo a aquellos a los que beneficia, que no son pocos ni extraños). El mencionado Boletín le dedica doce (12) páginas proficuamente ilustradas al "saneamiento y urbanización para recuperar buenos aires", así todo con minúscula como se usaba entonces... Y arranca con el título "El Cinturón Ecológico del Gran Buenos Aires", llevando como bajada "Obras a cargo de Techint-Syusa. El mapa que se inserta entre las páginas 8 y 9 es bien clarito y allí en verde se muestra la zona a "sanear", seguido de un plano en el que se especifican "Areas Residenciales. Centros Polideportivos. Deportes Naúticos y Zona de Reservas" (sic). El proyecto en ejecución, se remonta a 1975 (gobierno de la presidenta que supimos conseguir, María Estela Martínez de Perón “Isabelita” ) y es el del CEAMSE y se basa y justifica "en la ausencia de espacios verdes para la recreación de sus habitantes (del GBA),; el volumen creciente de residuos domiciliarios e industriales; y la existencia de tierras bajas e insalubres”. Hasta ahí todo bien, pero el texto también habla claramente de que el proyecto aprobado -y firmado su contrato el 11 de octubre de 1978- "...tiene por objeto la recuperación y urbanización de tierras de la zona costera del Río de la Plata, que abarcan una franja de 2 kilómetros de ancho* desde Sarandí hasta Berazategui y son una superficie total de casi 4.000 hectáreas". Lo demás es historia reciente y un poco más conocida. Las autoridades políticas de los municipios de Avellaneda, Quilmes y Berazategui, tienen la palabra... Eso sí, si hay negocio, que sea a la luz del día, y no “que parezca un accidente”.