ENERGICA REACCION DE UN ASAMBLEISTA



(11/07/2012) –Juan Carlos Benavente, es un referente vecinal de la Asamblea de Autoconvocados de Bernal Sud que decidió dar a conocer sus reflexiones sobre el tratamiento dado al tema de la Seguridad en el ámbito de los dos poderes del municipio. En su carta abierta, Benavente denuncia lo siguiente:
“Soy un vecino autoconvocado de Bernal, y desde hace unos meses vengo trabajando, junto a otros ciudadanos y ciudadanas en el difícil problema de la inseguridad que nos azota cada día.
He participado, además, de las reuniones de la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante; hasta ahora, la única respuesta institucional que dio el gobierno local al reclamo de las Asambleas. Asambleas, nunca recibidas por el Intendente.
Como vecino participante de esa Comisión, en las que reclamamos pero llevamos propuestas sin cansancio, me siento con el deber cívico de compartir reflexiones surgidas a partir del esfuerzo realizado y del compromiso con esta causa. Y ahora más, que el oficialismo, en la palabra del presidente del Deliberante, pretende clausurar ese espacio argumentando infantiles excusas de “chicanas políticas de la oposición” Creo que este deber de dar explicaciones que me quema, debería también quemarle a los funcionarios. Esta causa, a pesar que el poder de turno mire sólo atrás, involucra a los derechos humanos esenciales. Presentes, del pasado y del futuro. Derechos nuestros, de nuestros hijos y nietos. De todos.
Señores gobernantes; La única verdad es la realidad, acuñó el prócer político que idolatran en vacío, por moda, por conveniencia. Quien esto escribe viene de la vereda de los DD.HH. que ustedes dicen garantizar. Lamentablemente, la realidad los contradice.

El jueves 5 de julio estuve en la sesión del Legislativo local en el cual se aprobaron las ordenanzas sobre seguridad surgidas del trabajo de la Comisión.
Los asambleístas desconocemos los textos de esos proyectos. Conocimos los temas por el testimonio de algunos concejales. Nos hubiera gustado participar de la elaboración de los textos. Por nuestro trabajo en la Comisión. Por cortesía. Por ciudadanía.
Las ordenanzas son interesantes, contribuyen, suman. Pero son de nivel secundario. No atacan al núcleo duro del delito. Es cierto lo que dijo el Concejal Mario Sahagún. Pero como lo dijo un opositor, el oficialismo se rasgó las vestiduras. “Esto nos es Nuremberg” llegó a decir espantada la peronista Cora Otamendi, frente a los reclamos –no sé si chicaneros, pero correctos- de la oposición. Les informo a los concejales oficialistas que los opositores recogieron varios de los reclamos vecinales, como el pedido de interpelación al Intendente y la continuidad de la Comisión, entre otros.
El art. 108 de la Ley Orgánica de los Municipios contempla que los funcionarios sean citados por Decreto del Deliberante para suministrar informes. Dado que el Intendente no respondió nunca ningún petitorio ni reclamos vecinales sobre seguridad (sólo atendió a los familiares de Matías, el joven asesinado) y el Departamento Ejecutivo faltó mucho a la Comisión, siendo vital su presencia, vimos en la interpelación un recurso legal. “Yo no voy a interpelar a nadie” respondió la Concejal Eva Stoltzing, con un desenfado inusitado y la apelación a la aritmética de la urnas, como si ello justificara cualquier actitud. Lamentable por dos, lo de Stoltzing, que mereció la espalda de los vecinos allí presentes, como protesta simbólica. No se le cayó una sola idea a Stoltzing, más allá del chicaneo a la supuesta chicana opositora. ¿Se le olvidó, Stoltzing, que ustedes, además de “gobernar” están allí para dar cuenta puntual de sus actos de gobierno? ¿En qué pensaba cuando ingresó a la función pública? Parece que para algunos la lealtad raya en la obsecuencia debida, y la historia ya demostró en que termina ello.
Recupero ciertos testimonios del oficialismo, como el de Edith Llanos, o el de Graciela Gómez, y la importancia de la trata de personas. Los vecinos, además de tener que padecer la violencia, tenemos que estar dotados de una paciencia y racionalidad supremas. Si no digo esto, parece que chicaneo porque critico a algunos concejales.
Cuando se acabaron los argumentos para atacar a la oposición, el oficialismo cargó contra un supuesto “puntero político” en alusión a un vecino de Quilmes muy preocupado y comprometido con la movilización popular. Cobarde y ruin argumento, tendiendo a desacreditar el trabajo asambleario y crear confusión. No me asustan, pero me repugna esta actitud de cuarta frente a un problema en el que están en juego vidas humanas.

Según el oficialismo, la Comisión cumplió su propósito; Ofrecieron las puertas abiertas de la Presidencia del Deliberante y de los Concejales. Como si a los vecinos nos tomaran por tontos. Como si fuera más fácil, rápido, operativo y a la altura de las circunstancias, ir de puerta en puerta. Como si a los vecinos que nos movilizamos, perdiendo días de trabajo, familia, compromisos y ocio para trabajar en seguridad, nos sobrara el tiempo para ver a uno un día, al día siguiente a otro y otro. Como si tuvieran miedo de discutir junto a los vecinos un Plan Estratégico de Seguridad; como si los muertos, violados, heridos, asaltados a diario fueran de otro planeta. Como si los alambres de púas, el miedo al otro, las rejas cada vez más altas, el cambio de las costumbres cotidianas mínimas, fueran de otro planeta.

Muchos vecinos nos estamos volviendo apurados estudiosos de la seguridad, consultando especialistas, leyendo cuanto libros, informes y experiencias podemos acceder. Y Todo ad-honorem y por convicción ciudadana. Yo les pregunto a los funcionarios ¿cuánto han estudiado ustedes para meterse en el problema? ¿Cuántos funcionarios trabajarían así?.
Enorgullece que cada vez más vecinos, estemos en la misma. Eso habla de lo que estamos dolorosamente madurando como sociedad. Y ojalá esta movilización se mantenga y crezca. Hoy por seguridad, mañana que es hoy, por la salud, por el ambiente, por la educación, por la inclusión social verdadera y no clientelar. Por todo eso que es parte de lo mismo. Para sacarnos de encima a todo lo que nos excluyó, a todo lo que nos alejó de la política.

Atrás, acá, están los muertos por la delincuencia y la desidia, los marginales que son cada vez más a pesar de la “inclusión social” de diez años; los discursos inútiles de un gobierno al que no le importan ciertos derechos de ciertos humanos. Acá, de este lado del presente, están la hipocresía, la insanía política, la indiferencia, la complicidad, el corporativismo, el autoritarismo. Se quejan de que los ciudadanos descreamos de la política, cuando hacen todo lo posible para abonar ese descreimiento, que lo único que hace es dejar a las cosas como están. No todos los funcionarios son iguales. Hay honestos, claro. No les conviene que los ciudadanos reclamemos, nos movilicemos, nos metamos en el Deliberante y dentro del mismo gobierno a decir y hacer con propuestas reales.
Pero sólo así construiremos la verdadera democracia. No la de los funcionarios olvidables. Yo creo en la política. En la que se construye con el esfuerzo descomunal que estamos haciendo nosotros.

No temo que me interpelen. En cambio, temo dejarle a mis hijos este mundo cruel, corrupto, indiferente. Temo disculparme con mis hijos por no haber hecho nada para cambiar algo. Eduardo Galeano, recordó en su libro más famoso una proclama insurrecional de 1806, tremendamente vigente: “Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez…” Juan C. Benavente, asambleísta de Bernal.