EL VOTO MAYOR

(24/11/2015)- Más allá de toda sorpresa que pueda deparar una elección, la del domingo 22/11 en Bernal, tuvo el toque de esplendor que no muchos lugares del mundo pueden tener.
Gracias a Dios y al imperio de la democracia, en la Escuela Técnica 2 , votó el ciudadano PEDRO MONTICELLI. 
Como tantos otros se presentó ante las autoridades de la mesa y al entregar su documento despertó el asombro de todos, es que don Pedro tiene CIENTO CUATRO AÑOS...
A día siguiente recibió a este medio en su domicilio de la calle Roca de Villa Crámer. Nos esperó de pie, con especial estado de ánimo y lúcido como pocos se prestó al diálogo que fue transmitido en directo por Radio Quilmes (FM.106.5)  y tuvo declaraciones precisas y concretas.
Desde los recuerdos de su infancia (nació en una quinta que abarcaba la zona que ahora estaría delimitada aproximadamente  por las calles Zeballos, Lavalle, Ameghino y Chacabuco . Antes de cumplir los diez años (1920) comenzó a trabajar en la “lechería” que existía en avenida Belgrano entre 9 de Julio y 25 de Mayo, donde su tarea diaria comenzaba tomando el tren de las 04;05 a Constitución, para comprar las medialunas  en la panadería “la espiga de oro” y regresar a Bernal a las 05;30, con el paquete caliente.
Hizo el  servicio militar en Campo de Mayo, estuvo en la capital cuando Uriburu derrocó a Yrigoyen. Logró alejarse del centro por la Corrientes angosta, echado en el piso de un tranvía.
Su primer voto se vió avasallado por aquel “usted ya votó” lo que no doblegó su ideología socialista, que aún sostiene, recordando encuentros con Alfredo Palacios, Doroteo Yoldi, Nicolás Repetto,  Juan B. Justo y Alicia Moreau de Justo.
“Pedrito” como todavía lo llaman quienes en Bernal lo conocen desde siempre , fue galán de teatro vocacional y destacado bailarín de tango. Frecuentó aquellos bulines mistongaos del Buenos Aires de los años treinta, se confiesa admirador y fiel seguidor de Julio De Caro,  vio surgir a Carlos Di Sarli,  bailó  al compás de todos los grandes de la época de oro del tango y tiene anécdotas  para más de un libro.
Siempre en su querido Bernal, trabajó y se jubiló en “la Papelera”.  Formó un hogar con dos hijos muchos nietos, numerosos biznietos y un tataranieto.
Actualmente, espera seguir votando, porque “no falté a ninguna elección” afirma vigoroso y pensando en la gran fiesta que pretende para su próximo cumpleaños  mientras realiza  sus frecuentes caminatas por la vereda de Roca y Tacuarí.