CAMBIAR DE NOMBRE A LA 9 DE JULIO...


 

(25/08/2014-CARTA DE LECTOR)-  Que esta ciudad, por desidia, se ha quedado sin pasos a nivel en el lugar más transitado, afecta no solo a quienes se trasladan en sus autos, sino a las ambulancias, bomberos, policía, etc.
Pero, quienes dependen del trasporte público, no se la llevan de arriba:
El cierre de la barrera de Espora, obligó a la modificación del recorrido de la línea 324 en el sentido Don Bosco-Quilmes. Al llegar a Espora deben girar a la izquierda y bajar hasta Andrade, para luego subir por Sáenz Peña hasta Uriburu, donde ya no paran en la vereda de la estación, lo hacen en la misma calle Saenz  Peña (angosta y con estacionamiento en ambas aceras). Por si esto fuera poco, el ramal de  la línea 159 (el Blanquito) con terminal en la estación, llega a Uriburu por Sáenz Peña, gira a la derecha, se detiene y retrocede hasta casi doscientos metros marcha atrás, para estacionar en Uriburu a la  espera de su turno de salida.

Esto ocurre en lo que quedará en la historia como LA ERA DE LA COMUNICACIÓN.

Entiendo que no corresponde destinar a uno de los tantos “ñoquis” a estar apostado en el lugar para informar, pero;  un cartelito... no se le niega a nadie!!!

La falta de indicación es un reflejo del respeto que tienen las autoridades por sus ciudadanos, ya que imagino, no es un tema de presupuesto. Observando el estado de limpieza de las veredas y las calles, los baches que pululan por doquier, el funcionamiento de las distintas dependencias, el incremento de los "trapitos",  y los carros conducidos por niños juntando basura para comer;  todavía no leímos la “Declaración de los Derechos del Niño" porque debemos recuperarnos del corajudo acto de haber descolgado un cuadro... Bien por todo eso.

Pero me permito hacer una propuesta: que el H.C.D. apruebe el cambio de nombre de nuestra principal arteria: “9 de Julio” por "Francisco Barba Gutiérrez".  Merece que lo pisemos todos los días, nosotros y las generaciones que nos sucedan. Una buena: los postes y columnas siguen bellísimamente pintados multicolor. Hay que decirlo!. Manuel Faerman