HACER MEMORIA ES RETOMAR EL HILO DE LA VIDA

Comunicado del Obispado de Quilmes
 
En el Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia, fecha instituida por un gobierno democrático a partir del reconocimiento del horror que sembró, y tiene sus consecuencias hasta el día de hoy, el terrorismo de estado ejercido desde la dictadura cívica militar que se desarrolló en nuestro país desde el 24 de marzo de 1976.

Muchos se preguntarán ¿qué relación tiene una fecha cívica, instituida por un gobierno "laico" con nuestra realidad de pueblo de Dios? La respuesta es sencilla y está inscripta en la historia viva de nuestra Iglesia local: esta Diócesis, desde sus inicios, encabezada por su primer pastor Jorge Novak, hizo una opción clara por la defensa de la vida y, en época del terrorismo de estado, por el acompañamiento de familiares de desaparecidos y el reclamo por la aparición de los mismos. Pero a esta opción por la defensa de los derechos humanos, se sumaron otras dimensiones que no se obviaron de la vida de un pueblo que sufría, no sólo por las desapariciones, sino por las consecuencias de las políticas económicas de la dictadura (de las que aún hoy también nos cuesta recuperarnos). Por eso, la opción por los pobres surgió de la mano de esta opción por la vida de nuestra Iglesia. Surgió desde abajo, desde el clamor de los más pobres, de los desocupados, de sus familias, del hambre, de la desnutrición infantil, de la falta de acceso a la educación y a la salud, de la falta de acceso a la tierra y a una vivienda digna. Larga es la historia de este pueblo de Dios que camina en Quilmes para sintetizarla en esta carta. Este párrafo intenta ser sólo reseña para que se entienda porqué, desde la más legítima tradición eclesial local, nosotros queremos seguir siendo testigos del Dios de la Vida, defensores y promotores de la vida abundante que Jesús prometió, pero que es tarea nuestra hacer realidad.

En este momento tan particular de la Iglesia Argentina en que el Espíritu Santo nos bendice especialmente con la unción del Santo Padre Francisco no podemos dejar pasar la oportunidad de iniciar un verdadero camino de reconciliación. Reconciliación que debe construirse sobre la base de la aplicación plena de la justicia sobre los que han cometido crímenes de lesa humanidad, algunos de los cuales se manifiestan creyentes de quienes reclamamos un arrepentimiento sincero. Como los delitos cometidos fueron realizados desde el Estado, en cumplimiento de la función pública, ese arrepentimiento también debe ser público y acompañado por un firme propósito de enmienda y reparación dando a conocer qué ha sido de las víctimas, donde están los cuerpos y donde están los hijos que aún no han aparecido. Rogamos al Dios de la verdad y la justicia que les conmueva el corazón.

Desde aquéllos años hasta el día de hoy, hemos recuperado mucho terreno perdido en la defensa y disfrute de los derechos básicos de los más necesitados, y se avistan decisiones claras de seguir en ese sendero. Sin embargo, retomando este hilo de la vida distintivo de esta iglesia particular, es que hoy necesitamos plantear las señales de aquéllas problemáticas que atentan contra la vida de nuestro pueblo:

LA TIERRA Y LA VIVIENDA: El acceso al disfrute pleno de una vivienda digna es uno de los problemas más habituales sufridos por nuestro pueblo. Las propiedades inmuebles son usadas como refugio de quienes protegen su riqueza ociosa, con el resultado que el dinero para acceder a su compra, está absolutamente fuera del alcance de la mayoría de los trabajadores, aún de aquellos que tienen salarios muy por encima de los ingresos mínimos. Esto desemboca, no pocas veces en los multifacéticos procesos de tomas de tierras que se viven en las zonas urbanas. Por ello, es que se debe profundizar los planes de acceso a la vivienda y facilitar el acceso a los créditos necesarios. También respecto a la tenencia precaria, entre otras soluciones que deben encararse, urge que a nivel Provincial y Nacional se sancionen leyes que permitan la regularización dominial, mediante la escrituración inmediata en forma gratuita de los inmuebles destinados a vivienda única y familiar que no excedan de cierto valor determinado, accediéndose sin intermediarios a dicho derecho.


Esta problemática impacta de lleno también en los grupos campesinos, algunos de ellos organizados para la defensa de su fuente de trabajo, de vida, y hábitat, como los miembros del MOCASE en Santiago del Estero, quienes lamentablemente cuentan con dos miembros asesinados por los grupos interesados en expulsarlos de sus tierras. El sacerdote Roberto Murall de la diócesis de Santiago del Estero acompañó a este grupo de campesinos organizados. La titularización de las tierras ancestrales de los Pueblos Originarios constituye otra dimensión de este mismo problema, las más graves repercusiones en nuestro país las sufre el Pueblo Qom, quienes en sus reclamos han tenido que sufrir desde la cárcel hasta el asesinato de algunos de sus miembros. Estas situaciones se repiten en muchos países, y nos estremece la gravedad de la situación que atraviesa el Pueblo Mapuche en Chile.

LA SITUACIÓN DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA EN RIESGO: Nuevamente tenemos que lamentar que cuando las cuentas no cierran en la Provincia de Buenos Aires los primeros que lo sufren sean los comedores, guarderías y demás instituciones a quienes no se les abona los subsidios comprometidos. El horror de la droga, especialmente del paco, donde no se encuentran formas de abordajes efectivos, ni desde el Estado, ni de organizaciones de la sociedad civil, exigen nuevos compromisos para poder intervenir, en captación, tratamiento, rehabilitación y reinserción de los afectados y sus familias.

LAS REDES DE TRATA DE PERSONAS: Todos los días recibimos noticias de desapariciones de mujeres, jóvenes, adolescentes y niñas. Sin poder precisar la diversidad de causas que generan estos hechos, las redes de trata de personas están entre esas causas. Sabemos que algunas de las personas desaparecidas son secuestradas para ser comercializadas para el consumo sexual, convirtiéndolas así en esclavas sexuales. La Justicia debe poner todos sus esfuerzos para que esos delitos no queden impunes, por ello es que desde ya aguardamos que las apelaciones en la causa por la desaparición de Marita Verón no concreten la impunidad para los responsables. Aquí nos preguntamos ¿qué red de complicidades debe desentrañarse para terminar con estas prácticas aberrantes?

LA GRAVE SITUACIÓN DE LAS CÁRCELES: No podemos pensar en la situación de los derechos humanos hoy, sin volver a levantar la voz por las violaciones a los derechos humanos que ocurren en las cárceles de nuestro país. La problemática tantas veces denunciada de torturas, tratamientos crueles, inhumanos y degradantes, hacinamiento, falta de atención médica, y escasos recursos humanos para lograr la reinserción social, constituyen graves violaciones que cada tanto eclosionan en los motines sangrientos que suelen producirse y más comúnmente en los asesinatos que ocurren en nuestras cárceles. Esta realidad nos pone en condiciones de afirmar que existe una práctica sistemática y generalizada de violaciones a los derechos humanos en muchas de las cárceles de nuestro país. Es de esperar que la rápida y adecuada implementación de la reciente ley 26.827 que crea el Sistema Nacional de Prevención de Torturas ponga fin a de una vez por todas a estas terribles y continuas violaciones.

PODER JUDICIAL: Hemos constatado personalmente y no en pocos casos, que las autoridades judiciales son reacias a asumir las obligaciones que surgen de los tratados de derechos humanos y que les impone el deber de investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos en general. Por supuesto que no es en la totalidad de los casos. Pero es indignante por ejemplo ver como en muchos casos penales el servicio de justicia pareciera transformarse en una maquinaria impulsada sólo por el peregrinar de las víctimas, y las autoridades representan un obstáculo que cede únicamente cuando las víctimas tienen los recursos o los casos llegan al dominio público. Es absolutamente generalizado, no importa el fuero ni la instancia, la interpretación burocrática de la ley, por sobre la interpretación más adecuada que pueda darle celeridad a la resolución de los casos. Los plazos que maneja el Poder Judicial son absolutamente irrazonables. Todo ello repercute de lleno en la sociedad en donde se percibe un alto descreimiento de su eficacia. La conflictividad social, la desprotección frente al delito como variables en aumento, tienen su alta cuota de responsabilidad en el Poder Judicial, los recurrentes hechos de justicia por mano propia, puebladas y barriadas contra los supuestos responsables de delitos, en la Diócesis y en el país, no son más que la cara visible de lo que señalamos.


Aunque comenzamos con la memoria del compromiso de nuestra iglesia local de Quilmes, queremos afirmar que este compromiso está sustentado en los valores fundantes de nuestra fe, en el Evangelio de Jesucristo y ratificado con la sangre de nuestros mártires, los/as que, con su vida y su muerte, abrieron el camino para que la vida humana siga siendo el valor superior para defender, para respetar, para ser realizada en su plenitud. No hay, en nuestras palabras e intenciones, ánimo de venganza ni de revancha (gran ejemplo de esto nos han dado los organismos de derechos humanos), sino deseo profundo de justicia, porque la paz verdadera es imposible sin justicia.

Por eso, este 24 de marzo es ocasión especial para ser fieles a la Palabra de Dios: “Hoy tomo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra; yo he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes, con tal que ames al Señor, tu Dios, escuches su voz y le seas fiel.” (Deut. 30; 19-20) Escoger la vida, "retomar el hilo de la vida" como Iglesia local, es opción sostenida por los profetas y mártires con su vida y testimonio, y para nosotros/as, todos/as creyentes y gente de buena voluntad, es tarea y servicio permanente, un compromiso firme por la vida, un compromiso histórico, con memoria histórica, retomando ese hilo que recorre pasado, presente y futuro.

Pedimos en esta fecha, que coincide con el recuerdo de su martirio, a Oscar A. Romero por el pueblo latinoamericano, a que nos anime en este camino de Pueblo que quiere vivir.



Vicaría de Solidaridad
Obispado de Quilmes