LA GRIETA EN LA IGLESIA
Un grupo de sacerdotes del
conurbano sur, instan a los fieles a no dar el voto a este gobierno y sostienen "no se puede ser cristiano y neoliberal"
(9/10/2017) - El tema es tratado en una nota suscripta por el
reconocido abogado bernalense Alejandro López Romano (doctor en Derecho Canónico)
donde no solo se refiere a la actitud de algunos curas de las Diócesis de Quilmes y
Avellaneda. También reclama el
pronunciamiento del Obispo Diocesano de Quilmes, Mons. Carlos J. Tissera, quién
guarda silencio (el Obispo de Avellaneda, Ruben O. Frassia ya hizo público su
criterio respecto a la actitud polÃtica de esos sacerdotes).
La
nota del doctor López Romano dice textualmente: “DÃas pasados, un grupo de
curas (sacerdotes católicos) que se denominan “curas en la opción por los
pobres”, muchos de ellos incardinados en la Diócesis de Quilmes, han
dado a conocer un pronunciamiento en ocasión a las próximas elecciones
legislativas del 22 de octubre.
Las
personas se preguntan con cierta consternación, confusión y en muchos casos
desconocimiento de las normas de la Iglesia, si esto es posible; si está
permitido.
En
particular (esos curas) descalificaron al gobierno actual, individualizándolo por
el nombre propio del partido gobernante “cambiemos”.
Denuncian un perfil autoritario y un
debilitamiento del Estado. Hablan de represión violenta, abusos de autoridad,
aumento de pobreza, desempleo y otros flagelos que suenan “aberrantes”.
Curiosamente
nada mencionan de la escandalosa corrupción (tan criticada por el propio Papa
Francisco, cuando describió la corrupción el pasado 17 de junio como "la peor plaga social" al
tiempo que llamó a "combatir el cáncer que se lleva nuestras vidas".
Tampoco
mencionan si estos flagelos han sido creados por el actual gobierno o
justamente es el desafÃo que tiene que superar por lo que heredó de gestiones
anteriores.
Preocupantemente
callan sobre la plataforma partidaria de lo que fomentan acerca del aborto, que
la Iglesia reprueba desde siempre por vulnerar el derecho a la vida.
Además
condenan a los pobres que han votado entonces a esta fuerza polÃtica, lo que es
una verdadera incoherencia de lo que dicen defender, que es precisamente a los
pobres.
Muestran
una pronunciada tendencia a descalificar en absoluto no solo a un gobierno
democrático y republicano, elegido por el pueblo, sino a sus votantes, incluso
a los “pobres que lo han hecho”.
Textualmente
expresaron “ Sin ningún temor o prejuicio sostenemos firmemente que un cristiano no
puede darle el voto a un gobierno como éste, que multiplica las ayudas
fraudulentas a sus amigos, facilita las ganancias de los ricos y condena a los
pobres a la marginalidad y lo hace a la luz del dÃa con mentiras y desparpajo”.
Concluyen; "no se puede ser cristiano y neoliberal".
¿Puede hacer esto un grupo de curas? ¿Es
competencia de la JerarquÃa de la Iglesia inducir o repudiar ideas polÃticas de
candidatos, o bien inmiscuirse en el poder temporal o inducir un voto, o
denominar “no cristianos” a los que tienen una ideologÃa neoliberal?
Lo
primero que hay que dejar en claro es que este grupo de curas, no es la opinión
oficial de la Iglesia. No es lo que dice el magisterio de la Iglesia a lo largo
de sus más de 20 siglos de existencia. Es una opinión particular y sesgada, que
claramente, al menos, viola la ley de la
Iglesia.
Al
respecto el Beato Pablo VI decÃa: Si el
papel de la jerarquÃa es el de enseñar e interpretar auténticamente los
principios morales que hay que seguir en este terreno, a los seglares les
corresponde con su libre iniciativa y sin esperar pasivamente consignas y
directrices, penetrar de espÃritu cristiano la mentalidad y las costumbres, las
leyes y las estructuras en que viven…” (Populorum Progressio, Nº 81 - AAS (1967)
280).
Por
otra parte el Catecismo de la Iglesia señala, “…El deber de respetar la libertad religiosa impone a la comunidad
polÃtica que garantice a la Iglesia el necesario espacio de acción. Por su
parte, la Iglesia no tiene un campo de competencia especÃfica en lo que se
refiere a la estructura de la comunidad polÃtica: «La Iglesia respeta la
legÃtima autonomÃa del orden democrático; pero no posee tÃtulo alguno para
expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional…”.
Tampoco les está permitido a los clérigos
participar en actividades polÃticas o sindicales por ser extraño al estado
clerical. El Directorio para
el Ministerio y vida de los presbÃteros y
diáconos (clérigos) -Congregación para el Clero, de 1994, dice textualmente en su Nº 33: "….Las actividades polÃticas
y sindicales son cosas en sà mismas buenas, pero son ajenas al estado clerical,
ya que pueden constituir un grave peligro de ruptura de la comunión
eclesial".
Estos
sacerdotes, al menos han confundido y desnaturalizado la acción misionera de la
Iglesia (Nº 15, Directorio…). Han violado el compromiso polÃtico y social que
establecen las normas disciplinares eclesiásticas. La Iglesia pide a los sacerdotes que estén por
encima de toda parcialidad polÃtica (Nº 33, Directorio); no pueden
hacer lo que están haciendo en materia polÃtica, a menos que, según el juicio
de la autoridad eclesiástica competente (Obispo de la diócesis a la que
pertenecen) asà lo requieran la defensa de los derechos de la Iglesia y la
promoción del bien común.
El mencionado Directorio es muy claro; les
impone incluso la obligación a los presbÃteros de renunciar a comprometerse en
formas de polÃtica activa, sobre todo cuando se trata de tomar partido.
De suyo aclara el Directorio que “… esta tarea, de hecho, es parte de la
vocación de los fieles laicos, quienes actúan por su propia iniciativa junto
con sus conciudadanos (Nº 33, op. cit.)”.
Eso
no es todo lo que han hecho; además han
recibido (o llevado) a una candidata a Senadora de una fuerza polÃtica afÃn a
sus ideologÃas polÃticas personales (Cristina Fernández de Kirchner) a la misma
Iglesia del Seminario diocesano, donde se forman los sacerdotes, y lo han
publicado en redes sociales escandalizando, desafiando, en fin, pronunciando la
grieta social que debieran cicatrizar en lugar de abrir. ¿Cómo debe
interpretarse este gesto? Que cada quién lo piense y saque sus propias
conclusiones.
La Iglesia, que por razón de su
misión y de su competencia, no se confunde en modo alguno con la comunidad
polÃtica, ni está ligada a sistema polÃtico alguno, es a la vez signo y
salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana… (Gaudium et spes,
Nº 76).
Entonces
los fieles precisamos de modo urgente
que el Obispo, donde estos sacerdotes se encuentran incardinados aclare
públicamente si ha autorizado a este grupo de sacerdotes para que tomen una
posición polÃtica, -lo que es vedado por la ley de la Iglesia-, y motive en
su caso que lo ha sido por la defensa de
los derechos de la Iglesia y la promoción del bien común como lo piden las
normas eclesiásticas, o bien debe
informar que no lo ha hecho, descartando que actuará como lo señalan las normas
eclesiásticas. El Pueblo de Dios, mientras tanto, confundido espera esta
necesaria respuesta de su Pastor”.
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