LO QUE VENDRÁ DESPUES
Los pormenores del bajo vías de
Bernal, ya casi al descubierto total y con fechas fijadas, rondan en torno a
tareas de obra, específicamente: puentes, túnel, rampas, pavimentos y demás
detalles que bien podrán tildarse de
“albañilería”.
La pregunta es la que se refiera a lo otro, a lo que vendrá
después de la puesta en funcionamiento de este legendario emprendimiento. Lo que vendrá después, para muchos debería
estar resuelto ahora, pero no lo está.
La gestión que se fue el año pasado no dejó nada resuelto en
cuanto a circulación vehicular en las zonas periféricas del bajo vías; cómo
entrar o salir de allí, cómo tomar hacia
el sur cuando se emerge a la avenida San Martín mirando al norte. Como ingresar al túnel llegando desde el
oeste o cómo encarar el tránsito de arterias tan transitadas como 9 de Julio,
Belgrano, Don Bosco y la misma Avellaneda, ya cortada definitivamente en la
avenida San Martín, .¿ Debería cambiarse el sentido de circulación de Castro Barros, entre Belgrano
y San Martín?. Algunas lógicas nos dicen
que en todo microcentro, es elemental tener más vías de salida que de entrada.
Al igual que la incógnita de la doble mano en Uriburu, con
muchas líneas de transporte de pasajeros y poco ancho de calzada.
Y así como decimos que la gestión que se fue “no dejó nada
resuelto” también decimos que la gestión actual, todavía no tiene nada
resuelto. Solo recibimos respuestas de
intensos estudios sobre la situación
que, como corresponde
reconocer, así la encontraron
creada.
No obstante
el entusiasmo de algunos funcionarios y la intensa labor que aseguran
estar realizando, para el vecino que ahora cuenta con fechas fijadas, urge la
necesidad de saber.
En la medida en que corren los días, el temor a
la improvisación es un fantasma al que los argentinos conocemos por
experiencias vividas.
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