DE CAPITAL A PUEBLO CHICO


(14/09/2015)- La siempre esperada noche de los fogones de Bernal, ha tenido en esta edición 2015, otra decadente jornada. Los centros  tradicionalistas, Boy Scouts y exploradores de siempre, tuvieron la inestimable ayuda de fogoneros procedentes de Coronel Brandzen , y otras agrupaciones gauchas. Pero esto no alcanzó. No obstante el esmero de músicos, cantantes y bailarines, a estos fogones les faltó calor.  
Ya definitivamente sin escuelas, salvo el Colegio Salesiano de Don Bosco, se destacaron los infaltables Bomberos Voluntarios de Bernal, con un espectacular despliegue de elementos y atractivos que llamaron la atención de los mayores y deleitaron a los niños, de quienes son ídolos indiscutidos. Además de haber sido la parrilla más concurrida.  En tanto, en el atrio de la Parroquia N.S.de la Guardia, junto a la imagen de la Virgen, el párroco Rafael Mañas, abrigado con  un peculiar poncho gaucho, bendecía a los fieles.
Mas al oeste de la avenida Zapiola, la Cruz Roja Argentina dijo presente una vez más y la Municipalidad de Quilmes marcó presencia oficial con llamativa pantalla luminosa, pelotero, metegoles y juegos elementales para niños, además de un no menos espectacular escenario, donde  destacados artistas actuaron sin el marco de público que merecieron.
 Caminando hacia el Este, la serie de stands se iniciaba con un patrullero de la policía local que atraía con el sonar su sirena, luego, instalaciones de corte publicitario, como la de un  conocido Sanatorio de Bernal, La Biblioteca Mariano Moreno, asociaciones civiles y organizaciones no Gubernamentales, que además de promocionarse vendían “cosas dulces” y objetos varios. En toda la avenida Zapiola, el único fogón fue el de los Bomberos Voluntarios.

La avenida Belgrano con su generosa amplitud, permitió que todos los asistentes se movilizaran con comodidad  y en los contados fogones, pudo accederse a la oferta gastronómica sin hacer largas colas. En definitiva, todavía queda otra oportunidad, ya que nuestros fogones no han perdido totalmente su tradicional atractivo, pero para que los organizadores atiendan la realidad, es de hacer notar que necesitan de una cuidadosa reactivación para que su fuego no se apague. No está en el ánimo de ningún bernalense perder la condición de Capital Nacional de los fogones, para terminar en una discreta fiesta de pueblo chico.