NO SE INTERPRETA EL MEDIO AMBIENTE
(12/03/2015)- El medio ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos, sociales, económicos y culturales capaces de causar efectos directos e indirectos, sobre los seres vivos. Es el entorno que afecta y condiciona las circunstancias de vida de las personas.
Esta definición no ha sido interpretada por
quienes, por lo menos en nuestro ámbito (Bernal-Don Bosco) han asumido cargos
que les obliga a observar, hacer observar y cuidar estos parámetros.
Tenemos un microcentro alejado de las mas
elementales condiciones de higiene, carente de ordenamiento y con alarmante
desatención a los derechos básicos establecidos para la vía pública. Las
anomalías se extienden a y multiplican también en las periferias.
La suciedad
permanente en torno a los contenedores de residuos ha logrado incorporar a la
cotidianeidad el aire irrespirable y contaminante. La falta de barrido de las
calles permite que se acumulen residuos orgánicos y de todo tipo junto a los
cordones, como ocurre frente al conocido autoservicio de comestibles “Día %” de
la avenida Belgrano, donde además reina
el caos de tránsito por la carga y descarga de grandes camiones a cualquier
hora .
La situación se
complementa con la concurrencia de
habitantes en situación de
marginados sociales que el descaro
gubernamental ha oficializado como “cartoneros”. Algunos de ellos, censados y numerados bajo
un sistema aberrante para la condición humana. A estos “trabajadores” de la
calle no les llega la declamada justicia social, no se atienden los sacrificios
de famélicos caballitos, ni la explotación de niños que corren junto a las
ruedas de sus carritos y sorteando los automotores, para hacerse de los
desperdicios que arrojan los comercios (unas veces cartones, otras veces
comidas) en una inaceptable rutina de trabajo infantil, que también provoca no
pocos atascamientos del tránsito, en el que la indignación generalizada se
descarga injustamente sobre los pequeños esclavos de una realidad de la que, en
los relatos políticos no se habla.
Y si recorremos
la importante avenida Dardo Rocha, puerta de entrada al Distrito Municipal,
continuación geográfica de la avenida que nos lleva directo al obelisco y además vÍa de paso hacia la zona
sur, nos encontramos con que en simultáneo con su urbanización (todavía no
completada), en la plazoleta central se permiten la colocación de carteles
publicitarios, la descarga de residuos de toda clase, el estacionamiento de
vehículos particulares y también de talleres y agencias de venta de autos que
exhiben sus ofertas aún sobre las zonas donde están emplazados los juegos
infantiles. Tampoco faltan circunstanciales asentamientos de personas sin techo
y “parrillas al paso”.
Lo hasta aquí
relatado no es nuevo, en nuestro archivo
encontramos numerosas repeticiones de estas mismas anormalidades y, nuestro
archivo data de mas de diez años de existencia...
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